[HorrorScience] La bestia debe morir (1974)

Título
The Beast must Die
Año
1974
Duración
92 minutos
Director
Paul Annett
Guion
James Blish (historia original), Michael Winder
Reparto
Anton Diffring, Calvin Lockhart, Charles Gray, Ciaran Madden, Marlene Clark, Michael Gambon, Peter Cushing, Tom Chadbon

Amicus Productions era una empresa inglesa que trató de sobresalir en el género de la ficción y el terror, que tanto dinero le había dado a Hammer Productions, creando así una rivalidad y conexión entre ambas empresas. Ese se debe a que era habitual que los actores estrella de una (como Christopher Lee o Peter Cushing) actuasen también en la otra.

Y fue gracias a esa conexión que yo descubrí la película que voy a comentar a continuación, ya que uno de los actores que aparecen en ella es el mítico Peter Cushing (protagonista de la saga de Frankenstein de Hammer, y también de películas como Horror of Drácula, Las Novias de Drácula y Kung Fu contra los 7 vampiros de oro donde hace de profesor Van Helsing).

La Bestia debe morir es una película centrada en el mito del hombre lobo pero, en lugar de hacerlo de manera convencional, le propone un juego al espectador. Al estilo de las series de detectives hechas para televisión, intentan que el espectador participe en ella para tratar de adivinar al culpable, hasta el punto que, poco antes del final de la misma, la película se detiene, recapitula sobre los sospechosos y da 30 segundos para que quien la este viendo tome una decisión. Eso es algo tan divertido, como innecesario y extraño, pero que le da a la película un toque humorístico involuntario, que tampoco le viene mal.

Nuestro protagonista es Tom Newcliffe, un hombre que nació en la pobreza, pero que, gracias a su falta de escrúpulos, pudo trepar socialmente hasta volverse millonario. Desconocemos su profesión, de la misma manera que tampoco nos cuentan como amasó su fortuna, pero enseguida vemos que es un enorme fan de la caza y que le gusta tratar de tener el control sobre absolutamente todo.

Newcliffe ha rodeado su mansión y los terrenos cercanos con un sistema de seguridad elaborado y exagerado, pues hay micrófonos en el suelo, cámaras en los árboles y sensores por todas partes, los cuales pueden ser monitorizados gracias a una estación de seguimiento que tiene en su propia casa. Dicho de otro modo, ha convertido su casa y los alrededores en un lugar del cual es imposible salir sin ser detectado.

Una vez comprobado el sistema de seguridad, Tom invita a una serie de conocidos suyos, que de primeras parecen personas completamente normales, pero él tiene claro que hay una conexión tétrica entre todos, pues en algún momento estuvieron involucrados en asesinatos o incluso llegaron a probar la carne humana. Al parecer, Tom ha estado acotando su información para cazar a la bestia definitiva: el hombre lobo, y esos son sus sospechosos.

¿Quién es el hombre lobo?

Los invitados a la fiesta (y sospechosos de ser un hombre lobo) son los siguientes.

Bennington: En el pasado fue delegado de las Naciones Unidas hasta que dos miembros de séquito desaparecieron misteriosamente. La investigación policial no pudo esclarecer el caso, pero él fue considerado inocente. Sin embargo fue expulsado del cuerpo diplomático. Actualmente es una estrella de la televisión.

Jan: Antiguo pianista profesional, tocaba en todo el mundo hasta que se vio envuelto en algunos asesinatos que no pudieron esclarecerse, de manera que su carrera ha sufrido un enorme altibajo.

Davina: Es amiga de la mujer de Tom, pero su invitación a esta particular fiesta viene dada del hecho de que, en una fiesta en la cual estuvo Davina, desaparecieron huespedes y se encontraron medio devorados.

Paul: Cuando estudiaba medicina, él y otros ocho compañeros decidieron probar un trozo de carne humana durante una disección. Al parecer aquellos hechos lo hicieron entrar en la cárcel temporalmente. En la actualidad no parece tener reparo en hablar de esos escabrosos hechos, que justifica como fruto de la curiosidad.

Profesor Lundgren: Pese a que su profesión es ser arqueólogo, este hombre ha dedicado su vida a estudiar a los hombres lobo. De hecho, parece saber perfectamente lo que hace que un hombre se convierta en uno, así como las condiciones necesarias para propiciar su aparición.

Una vez hechas las presentaciones y la formal acusación de que Tom cree que uno de ellos es un hombre lobo, se preparan tres días de suspense en el cual, al aparecer la luna, llena comienzan las desapariciones y los asesinatos, que aumentan la tensión entre los invitados y la paranoia del anfitrión.

Debido a la naturaleza de la película, que pide que el espectador se implique en adivinar quién es el hombre lobo, no voy a dar más datos de la trama, ya que parte del encanto de la misma es entrar a ese juego.

Como película, hay dos cosas que saltaran a la vista desde el principio: el presupuesto (aunque suficiente para permitirse helicópteros, no es especialmente elevado) y la música (setentera a más no poder). Con respecto a la banda sonora, es importante aclarar que, aunque pudiese funcionar en una película de detectives, a mí me saca totalmente de ésta, especialmente en las primeras escenas, que son interesantes porque te hacen preguntarte qué está pasando, pero esa banda sonora las convierte casi en una parodia. Afortunadamente, en escenas posteriores (y de cara al final de la película) se añaden partituras que acentúan el suspense y el terror, y que a mi gusto, quedan bastante mejor.

El tema del presupuesto se verá reflejado sobretodo en que el hombre lobo es un “Lobo” o “un perro negro grande”. No esperéis hombres lobos antropomórficos y tampoco que estén en pantalla durante más de 3 segundos. Personalmente, me gusta que no se vea claramente al lobo hasta la parte final y no me molesta en absoluto que se use un animal real en lugar de un monstruo medio humano medio lobo (que claramente no podían permitirse). En una película de esta premisa, donde se supone que has de adivinar lo que va a pasar, menos es más.

Con respecto al tema de adivinar el sospechoso, nos encontramos con una de cal y una de arena. Por un lado, es cierto que se nos presenta a todos los sospechosos y se nos da la información necesaria para que sospechemos de ellos. Incluso algunos hacen actos extraños de tanto en tanto. Sin embargo, en la práctica, hay que reconocer que no se les da el mismo “nivel de sospecha” a todos y que, aunque los momentos en los cuales hacen “pruebas” para demostrar quién no es un hombre lobo, queda un poco por debajo de lo esperado, especialmente porque hay algunos sospechosos que prácticamente no hacen nada en toda la película y dan la sensación de carecer de personalidad.

Se puede adivinar quién es el hombre lobo, pero perfectamente se podría justificar que hubiese sido otro, pues como digo, hay algunos cabos sueltos que se podrían usar para justificar que el lobo es otra persona. Aunque me gustaría aclarar que la película deja claro quién es el lobo y hasta cierto punto, la parte final de la cinta tiene una carga dramática ligeramente superior a lo esperado, pero que encaja perfectamente con el título de la misma.

He de admitir que, pasada la escena inicial, disfruté de la película bastante, aunque como digo, queda a años luz de cosas parecidas (como por ejemplo The Thing de John Carpenter). Hay cierta torpeza a la hora de tratar los personajes y también hay una falta de lógica brutal en algunos actos de los mismos, pero seamos sinceros, si aplicamos la lógica, pocas películas se salvarían de ser ridículas.

Dicho de otra manera, esta película tiene muchas sombras y unas pocas luces, pero debido a su duración y propuesta, se hace entretenida y tiene cierto encanto setentero. No la juzguéis por sus primeros minutos, dadle una oportunidad y a ver si sois capaces de adivinar quién es el hombre lobo.

Curiosidades

  • Existe otra película llamada La bestia debe morir de 1952, pero no tiene ninguna relación con esta.
  • El director odió el corte para preguntar al espectador sobre quién es el sospechoso y, de hecho, existe una versión alternativa de esta película llamada Black Werewolf, que quita esa parte.
  • Esta película no tiene nada que ver con la novela de Nicholas Blake llamada La bestia debe morir, pues en realidad está basada en el relato No habrá oscuridad de James Blish
  • Un fallo claro de ésta son los errores de continuidad en lo referencia al día y la noche. Podemos ver que los sospechosos se van a dormir, pero luego vemos escenas de exterior y claramente es de día. En ocasiones se intenta disimular esto oscureciendo la imagen, pero sigue notándose que es de día.
  • Debido a la popularidad de Peter Cushing, en algunos carteles y portadas se ha usado su imagen agarrando una escopeta de caza para promocionar esta película, pero dicha escena no sucede durante la misma.
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