Póster de The Horror at Highrook

[Análisis] The Horror at Highrook: Una aventura gótica de cartas, misterio y locura cósmica

Fecha de lanzamiento
01/05/2025
Género
RPG narrativo, Cartas
Desarrollador
Nullpointer Games
Plataformas
PC
Nuestra puntuación
8

Si hay algo que nos encanta de los videojuegos indie es su capacidad para convertir ideas aparentemente simples en experiencias que te atrapan durante horas. The Horror at Highrook es uno de esos juegos: un RPG narrativo de cartas que te transporta a una mansión victoriana llena de secretos oscuros, personajes excéntricos y rituales que harían temblar al mismísimo Lovecraft. Pero no te dejes engañar por su estética de tablero de Cluedo: aquí, cada carta que colocas, cada habitación que exploras y cada fantasma que esquivas te acerca un poco más a una historia de ambición, locura y horrores cósmicos.

Imagina que mezclas Cultist Simulator con una partida de rol de mesa, le añades un toque de Darkest Dungeon y lo sazonas con una narrativa que Poe firmaría sin dudar. Eso es The Horror at Highrook. El juego, desarrollado por Nullpointer Games y publicado por Outersloth, te pone al mando de cuatro investigadores de lo oculto que intentan descubrir qué demonios le pasó a la familia Ackeron, una estirpe noble desaparecida tras meterse con fuerzas que nadie debería perturbar. La mansión Highrook es el escenario perfecto: un laberinto de salones polvorientos, laboratorios abandonados y bibliotecas llenas de libros malditos, donde hasta el gato del lugar parece saber más de lo que debería.

Gameplay: Cartas, caos y gatos que bloquean pasillos

El corazón de The Horror at Highrook late al ritmo de sus cartas. Todo —desde tus personajes hasta los fantasmas que acechan— se representa con tarjetas que arrastras y sueltas en un tablero que simula la planta de la mansión. Cada habitación tiene sus propias reglas: la cocina sirve para preparar comidas que recuperan salud, el laboratorio permite crear pociones, y la capilla… bueno, mejor no preguntes qué se conjura allí. Los investigadores, como la mecánica Jane Astor o el cazador Atticus Hawk, tienen habilidades únicas que los hacen indispensables en ciertas áreas, aunque a veces termines usando al erudito Vitali para freír huevos porque nadie más está disponible.

La mecánica es sencilla: colocas a un personaje en una habitación, usas una carta de acción (como unos prismáticos o un grimorio) y esperas a que se complete la tarea. ¿El problema? Las estadísticas. Cada acción requiere un mínimo de puntos en habilidades como Investigación o Mecánica, y si tu personaje no llega, tendrás que apoyarte en cartas de refuerzo. Por ejemplo, para descifrar un código encriptado, quizás necesites combinar a Astor (con sus 2 puntos en Dispositivos) con un microscopio (+1) y unas notas arcanas (+1). Si no, te tocará enviar a alguien a cazar conejos en el acantilado para conseguir más recursos. Sí, has leído bien: conejos. Hasta en el horror cósmico hay que comer.

Pero no todo es planificación. El juego avanza en tiempo real, lo que significa que mientras Astor está soldando una puerta sellada, Hawk podría estar lidiando con un espectro en el sótano. Aquí entra el sistema de supervivencia: cada personaje tiene medidores de hambre, fatiga, heridas y cordura. Si se te olvida darles de comer, empezarán a fallar en sus tareas; si los expones demasiado a rituales oscuros, acabarán viendo cosas que no existen. Afortunadamente, puedes ajustar la dificultad de estos elementos, porque, seamos honestos, a veces solo quieres avanzar la historia sin preocuparte por si Vitali se desmaya de hambre.

Lo más interesante —y a veces frustrante— es cómo el juego equilibra la linealidad con la experimentación. Aunque la trama principal sigue un camino fijo (descubrir qué le pasó a los Ackeron), las misiones secundarias de los personajes añaden capas de profundidad. Por ejemplo, la doctora Caligar, una mujer obsesionada con curar una plaga que no pudo detener, tiene su propio arco que se desarrolla mientras investigas la mansión. Eso sí, no esperes narrativas ramificadas o finales múltiples: aquí la magia está en cómo las mecánicas reflejan la progresión de la historia. Cada ritual que completas, cada carta que descifras, te acerca a un secreto mayor, aunque a veces sientas que estás haciendo click por inercia.

Historia: Poe, Lovecraft y drama familiar

La narrativa de The Horror at Highrook es como una novela gótica interactiva. Los Ackeron no eran una familia cualquiera: Gideon, el patriarca, era un erudito obsesionado con el ocultismo que cruzó líneas que nadie debería cruzar. Su obsesión arrastró a toda la familia a una espiral de rituales fallidos, pactos con entidades innombrables y, finalmente, su desaparición. Tu trabajo como jugador es reconstruir ese rompecabezas, pero no esperes monólogos de tentáculos gigantes: el horror aquí es más íntimo, más humano. Los documentos que encuentras —cartas, entradas de diario, notas rasgadas— revelan una dinámica familiar disfuncional: la esposa de Gideon, Evelyn, que intentó proteger a sus hijos; el hijo mayor, Alastair, que heredó la obsesión de su padre; y la hija menor, Clara, cuya inocencia se corrompe gradualmente.

Los cuatro protagonistas también tienen sus propias sombras. Atticus Hawk, el cazador rudo con un pasado en los muelles, desconfía de Vitali, el académico elitista que lo mira por encima del hombro. Astor, la mecánica pragmática, choca con la doctora Caligar, cuya obsesión por la muerte la acerca peligrosamente a los rituales que intentan detener. Estos conflictos no son solo decorativos: afectan a cómo gestionas las tareas. ¿Priorizas la misión principal o ayudas a Caligar a encontrar respuestas sobre la plaga que la atormenta? Las decisiones importan, aunque sea de forma sutil.

El juego brilla en su ambientación. Highrook no es solo un escenario; es un personaje más. Las habitaciones cambian de color con el paso del día, los muebles crujen como si estuvieran vivos, y hasta el gato del lugar, el Sr. Tubbs, parece saber más de lo que debería. Los efectos visuales, inspirados en el arte de Mike Mignola (Hellboy), refuerzan esa sensación de comic gótico: trazos gruesos, sombras profundas y un uso del color que va del sepia melancólico al morado psicodélico cuando las cosas se ponen… raras.

Lo bueno, lo malo y lo que te hará tirar el mando

The Horror at Highrook no es perfecto, pero sus virtudes superan sus defectos. La mayor crítica es la repetitividad: después de unas horas, colocar cartas en habitaciones puede volverse mecánico, especialmente cuando el juego no introduce suficientes variantes en sus desafíos. La dificultad a veces también es irregular —los elementos de supervivencia pueden llegar a sentirse como un trámite— y la interfaz puede abrumar con su cantidad de iconos y menús, especialmente si ves eso cuando estás pensando en si arrancar o no tu aventura con este juego.

Pero cuando el juego conecta, es mágico. Hay momentos en los que una simple combinación de cartas —un anillo maldito, una vela negra, una página arrancada de un diario— desencadena una escena que te deja la piel de gallina. Como cuando descubres que el «Pálido Rey» al que Gideon adoraba no es un dios, sino… (evitemos spoilers). O cuando un fantasma que has estado evitando resulta ser el espíritu de un niño que solo quiere jugar… hasta que no.

En resumen: The Horror at Highrook es una joya para los amantes del horror cósmico y las historias bien contadas. No reinventa la rueda, pero teje una experiencia tan envolvente que hasta sus defectos se sienten como parte del encanto. Eso sí, si odias leer (el juego tiene montones de texto), mejor ve a ver una película de Marvel. Aquí, cada carta, cada susurro, cada sombra en el pasillo cuenta una historia que vale la pena escuchar.

The Horror at Highrook está disponible en Steam desde el 1 de mayo de 2025. Si te gustan los juegos de cartas narrativos, las mansiones embrujadas y los gatos que bloquean pasillos, esta es tu próxima obsesión. Y si no… siempre puedes petar al Sr. Tubbs para desbloquear un logro .

Póster de The Horror at Highrook
The Horror at Highrook: Una aventura gótica de cartas, misterio y locura cósmica
Lo mejor
Su estilo gráfico realmente destaca
Toda la mecánica de cartas está muy bien pensada
La historia en general y la ambientación están muy bien logradas
A mejorar
Puede llegar a volverse repetitivo, especialmente con algunas acciones
La dificultad es un poco irregular
La interfaz puede resultar abrumadora
8
Muy bueno
0
Nos encantaría saber tu opinión, por favor comentax