[Jugando a…] Primal Rage (1994)

Plataformas
Arcade, Super Nintendo, Mega Drive, Game Boy, Game Gear, 32X, PlayStation, Sega Saturn, 3DO, Amiga u Atari Jaguar CD
Desarrollador
Atari Games
Género
Lucha
Año
1994

Puede que muchos no lo recordéis (o no estabais ahí para verlo), pero en 1994 un meteorito impactó contra la Tierra, desatando catástrofes naturales que arrasaron con la civilización, lo cual provocó que los humanos se viesen forzados a volver a las cuevas y cazar para sobrevivir. El cambio en la Tierra (ahora llamada Urth) también trajo consigo la aparición de monstruos gigantes que pelearán por el control del planeta, o al menos eso es lo que pasó según el videojuego que comentaré a continuación.

Primal Rage apareció en 1994 en máquinas recreativas, donde llamó la atención rápidamente debido al enorme tamaño de la primera versión de su recreativa y a su mezcla entre juego de lucha con dinosaurios animados en stop-motion (al estilo Clayfighter o las películas antiguas).

Tras la primera versión, apareció una segunda que mejoró el juego añadiéndole más ataques especiales y nuevos golpes finales. También se preparó una tercera y última donde se incluiría un jefe final (Necrosan), pero se canceló antes de su finalización.

Poco después de terminar Primal Rage, se pusieron manos a la obra con la secuela, que incluiría los personajes desechados para el primer juego, así como un nuevo plantel de luchadores humanos, pero lamentablemente se canceló cuando ya estaba terminado.

NecroSan en el cancelado Primal Rage 2

También aparecieron diferentes productos relacionados, como cómics, diferentes tipos de juguetes, (figuras de acción incluidas, que además contaban con personajes deshechados del primer juego como Necrosan y Slashfang) e incluso un juego de mesa, que demuestran que la aceptación inicial de Primal Rage fue bastante alta y que tenían planes muy ambiciosos para esta franquicia.

Primal Rage, el juego de mesa

Tras la versión de Arcade,  aparecieron versiones para casi todas las consolas del momento (incluyendo plataformas tan inusuales como 3DO, Atari Jaguar CD o 32 X), con resultados muy variables, ya que, además de la diferencias técnicas entre unas y otras, ni siquiera se basaron en la misma versión del arcade (de manera que algunas tienen más ataques especiales y golpes finales que otras). El resultado fue totalmente dispar, ya que no solo se notaba la carencia gráfica, sino que incluso algunas versiones (como la de Game Boy y Game Gear) recortaron la plantilla de luchadores (que pasó de corta a muy corta). Ninguna de esas versiones llegó a rozar la grandeza del original de arcade, que es la que voy a comentar a continuación.

Primal Rage fue brutalmente recortado en Game Boy

Quizás es porque me encantan los dinosaurios y los monstruos, y que además soy fan del stop-motion, pero creo que los gráficos de este juego son muy buenos. Los sprites de los monstruos tienen algunas animaciones muy suaves (y otras bastante toscas) pero en general se mueven muy bien. La sangre está bastante bien resuelta, quedando menos exagerada que en otros juegos violentos de su misma época (como Ultimate Mortal Kombat 3).

Protagonistas de Primal Rage

Los escenarios son bastante variados (cuevas, zonas heladas, volcanes, ruinas de la civilización humana) y en la mayoría de los casos son correctos, y hasta incluyen detalles interesantes (como los edificios derruidos y el movimiento del agua), pero en otros se han tomado decisiones que los afean ligeramente (el de Talon es excesivamente claro en comparación con el resto).

El gusto por el detalle puede verse en algunos elementos secundarios, como que los humanos se arrodillen ante tu luchador después de que termines un combo o que en la pantalla de Game Over te animen a seguir luchando. Las ilustraciones del juego también se ven geniales y el hecho de que las barras de vida y aguante representen al corazón y el cerebro también es muy divertido (sobre todo porque si nos queda poca vida el corazón late más deprisa y al perder el combate explota manchando la pantalla de sangre).

El corazón de Sauron ha explotado

Sin embargo, hay un algo que afea el juego, y es la repetición de sprites entre luchadores diferentes (Blizzard-Chaos, Sauron-Diablo). Esto es algo común en el género de lucha (como demuestran Ryu-Ken-Akuma o los ninjas de Mortal Kombat), pero sigue sin gustarme, especialmente teniendo tan pocos personajes. Es cierto que se han esforzado por diferenciarlos jugablemente (tienen golpes y ataques especiales totalmente distintos) y hasta les han cambiado el tamaño para que no sean exactamente iguales (Chaos y Diablo son más pequeños que Blizzard y Sauron).

Mientras peleamos escucharemos el sonido de los huesos crujiendo ante algunos golpes (o cuando nos comemos a un humano), los rugidos de los monstruos, los ataques especiales y los golpes físicos. Todos ellos son muy gratificantes y aumentan la sensación de brutalidad. La música varía entre guitarrera (con algún que otro tributo a Deep Purple) y temas algo siniestros con cánticos.

Blizzard ha congelado a Armadon

Y ahora viene cuando entramos en materia, porque de nada sirve que un juego sea llamativo visual y sonoramente, si luego fracasa en su jugabilidad. En Primal Rage nos encontramos con que cada personaje tiene dos botones de patada y dos de puñetazo, si presionamos ambos a la vez harán un tercer golpe de patada o puñetazo más fuerte. A la hora de protegernos de los ataques del rival, solo hay que presionar atrás (como en la mayoría de juegos de lucha) y disponemos de varios tipos de salto (el normal, el alto y el pequeño) siendo uno de los primeros juegos de lucha que nos ofrece esa posibilidad.

Al igual que  otros juegos de la época, Primal Rage hace bastante hincapié en los combos para poder obtener ventaja durante la partida, aunque es cierto que sus golpes fuertes son igual de efectivos, encontrar el equilibrio entre ambos es vital para prosperar en este juego. La buena noticia es que los combos son bastante flexibles y parecen más complicados de lo que realmente son, la mala noticia es que los comandos para hacer los ataques especiales están invertidos con lo que normalmente suele ser en esta clase de juegos, tal y como explicaré a continuación.

Talon probando sus garras en Vertigo

Normalmente, para hacer un ataque especial se suelen marcar las direcciones (por ejemplo, abajo-adelante) y luego se finaliza el comando con un botón de ataque, pero en Primal Rage se hace al revés: primero presionamos el botón (o los botones) y sin soltarlo hacemos el movimiento con las direcciones. Esto no es difícil de hacer, pero la costumbre de hacerlo al revés nos puede traicionar bastante. Tengo entendido que en las últimas versiones de Arcade se podían hacer los ataques especiales de ambas maneras (algo que se llevó a algunas versiones de consola como la de Super Nintendo), pero en todas las que yo he jugado, solo se pueden hacer los comandos “invertidos”.

Es una pena que no dejasen los comandos especiales de la manera habitual, porque hace que empezar a jugar a este juego sea más complicado de lo necesario. Entiendo que los Fatalitys sean extraños y complicados de hacer, pero no veo el motivo para hacer que los ataques especiales (o incluso comerse un humano) tengan comandos invertidos y complejos.

Peleando en el cementerio de dinosaurios

Otro punto débil de este juego es la cantidad de luchadores, pues sólo hay 7 personajes disponibles, lo cual nos da una de las plantillas más cortas que he visto en los juegos de este género. Inicialmente iban a ser 9 personajes, pero Necrosan y Slashfang no se terminaron a tiempo y se reservaron para el cancelado Primal Rage 2. Por otro lado, cada personaje cuenta con un número de ataques especiales muy elevado (entre 7 y 10) y 2 o 3 Fatalitys. Además aprender los combos y combinarlos con los ataques especiales nos puede llevar bastante tiempo.

Solo 7 luchadores disponibles

La dificultad de este juego es algo elevada y  el combate final es durísimo (tenemos que derrotar a los otros luchadores uno detrás de otro), y solo podremos afrontarlo con garantías si dominamos nuestro personaje (y nos hemos comido muchos humanos en el bonus que hay antes de él). Tal y como sucede con muchos juegos de lucha, en cuanto lo hayáis completado con los personajes que más os gusten puede que Primal Rage quede olvidado, salvo que encontréis a alguien contra quien jugar.

Nivel de bonificación ¡a comer humanos!

Primal Rage tuvo su momento de fama (principalmente por su impacto visual) pero enseguida fue catalogado por mucha gente como un pésimo juego de lucha, algo con lo que no estoy de acuerdo. Jugablemente es bastante profundo y sus combos son divertidos de aprender.

Es cierto que sus controles “invertidos” requieren de un aprendizaje (que se podrían haber ahorrado), y también es verdad que la plantilla de luchadores es muy corta, pero cada uno de ellos tiene el doble o triple de ataques especiales de lo que se vería par aquel entonces en otros juegos más populares. Puede que este juego no esté a la altura de los grandes, pero no creo que sea un mal juego de lucha.

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