Hace poco comenté Godzilla The Planet of Monsters, la primera película de la trilogía de animación que apareció en Netflix sobre el Rey de los monstruos.
En esa película, el planeta Tierra había sido devastado por los monstruos y quemado por Godzilla, de manera que los humanos estaban condenados a la extinción, cosa que se evitó gracias a la aparición de dos razas extraterrestres que también habían perdido sus planetas: los Exin y los Bilusaludos.
Los supervivientes vagaron por el espacio tratando de encontrar un nuevo planeta para todos, pero tras varias décadas buscando, no lograron nada, momento en el cual uno de los humanos inicia una rebelión para volver a la Tierra.
Al llegar al planeta comprueban que han pasado miles de años (para los humanos que viajaban a hipervelocidad solo han sido décadas) y que todo el planeta está cubierto de una densa vegetación un tanto particular. La aparición de pequeños monstruos y de Godzilla, no frustra los planes de los humanos que logran derrotar a su gigante enemigo… solo para descubrir que ese no era el verdadero Godzilla, el cual aparece bajo tierra con un tamaño y poder muy superiores a lo que era años atrás. El nuevo Godzilla arrasa sin complicación a los humanos y solo unos pocos logran sobrevivir, sin ningún medio de comunicarse con su nave nodriza que les espera en la órbita de la Luna.
En ese punto empieza esta segunda película, Godzilla: City on the Edge of Battle (conocida en español como Godzilla: Ciudad al filo de la batalla).
Godzilla: City on the Edge of Battle empieza con Haruo despertándose en una especie de casa. Su último recuerdo es haber perdido el conocimiento mientras peleaba contra Godzilla, de manera que está realmente confuso sobre dónde se encuentra y cómo ha llegado hasta ahí. Sus dudas se resolverán en breve, pues descubrirá una especie de humanoides llamados Houtua, que de alguna manera han logrado sobrevivir en el planeta.
Tras rescatar y reunir a todos los supervivientes de la batalla con Godzilla, los Houtua se comunican con telepatía con ellos para ver si son amigos o enemigos, ya que con sus armas quemaron y arrasaron los bosques del planeta. Tras descubrir que la misión de los visitantes es destruir a Godzilla, los Houtua los consideran amigos, ya que su dios (una especie de mariposa) murió peleando contra Godzilla.
Los Bilusaludos que están entre los supervivientes se percatan de que las armas que usan los Houtuas contra los monstruos del planeta están hechas de nanometal, que es el material con cual ellos crearon a MechaGodzilla siglos atrás para eliminar a Godzilla, algo que no pudieron lograr debido a que fue destruido antes de volverse plenamente operativo. De alguna manera, parece que el Nanometal ha sobrevivido en el planeta y es una sustancia tóxica para todos los seres que habitan en él, con lo cual se vuelve clave para trazar un nuevo plan para poder eliminar al nuevo Godzilla.
Eventualmente descubren que el nanometal ha recubierto una parte del planeta absorviendo todo lo que había a su paso, dando como resultado una ciudad entera de Nanometal, que será bautizada como Ciudad Mechagodzilla, debido a que se formó a partir de los restos del maltrecho robot. Con esta nueva arma los Bilusaludos y Haruo deciden ponerse en marcha para crear un plan ambicioso: atraer a Godzilla a una trampa donde será recubierto parcialmente con nanometal para paralizarlo y posteriormente será atravesado por un arpón eléctrico que debería derrotarlo.
El arriesgado plan despierta algunas dudas entre los humanos y la actitud de los Bilusaludos (quienes están totalmente entregados a la batalla sin importar el coste) hace que el propio Haruo dude de esta estrategia, pero ¿y si por fin logran eliminar a Godzilla?
De la trilogía de Netflix, Godzilla: City on the Edge of Battle es la película que menos me gustó en su día, sin embargo en este segundo visionado no me ha parecido tan pesada y aburrida como recordaba, aunque sigue teniendo el inconveniente de que al ser la película intermedia de la trilogía, empieza cortada (donde terminó la anterior) y termina cortada (ya que el desenlace está en la siguiente) y eso le perjudica bastante.
Por decirlo de otra manera, si quitásemos esta película se podría hacer casi la misma historia solo con la primera y la última, de manera que es la película menos importante de las tres.
Sin embargo también hay algunas cosas que me parecen interesantes en ella, como la aparición de los Houtuas y la representación de los Bilusaludos.
Los Houtuas son una especie de humanoides que viven en las cuevas de la Tierra, tienen la capacidad de comunicarse telepáticamente y poseen un culto hacia un dios mariposa que al parecer murió peleando contra Godzilla.
Los Bilosaludos encuentran en esta película su momento de lucirse, ya que prácticamente todo gira en torno a ellos, de manera que se nota muchísimo más el contraste entre ellos, los humanos y los Exin, algo que en la película anterior no se había explotado lo suficiente.
La actitud madura (y en ocasiones prepotente) que tienen, unido a su conocimiento tecnológico, su visión honorable de la batalla (al ver que los restos de MechaGodzilla están absorbiendo el planeta dominado por Godzilla se paran a saludarlos porque consideran que sigue batallando al enemigo que lo derrotó) y su capacidad de llegar hasta el final con tal del derrotar al enemigo (al precio que sea) hacen de ellos unos personajes muy interesantes.
A veces se muestra a los humanos consultar a los Exif (los extraterrestres religiosos) o escuchar sus sermones, creando una especie de relación entre sacerdotes y seguidores (pese a que la mayoría de creyentes son los propios Exif). Habría sido agradable ver alguna situación similar entre los humanos no-creyentes y los Bilusaludos, pero esa camaradería no llega a verse con la excepción de Yuki, la joven piloto de los robots que crean.
La idea de que los restos de MechaGodzilla estén absorbiendo todo lo que pueden del planeta y se hayan convertido en Ciudad MechaGodzilla es de las cosas más locas y originales que he visto en toda la saga, y teniendo en cuenta que son más de 30 películas, eso es un auténtico mérito, aunque entiendo a los fans que no la aceptaron, porque en el fondo todos esperábamos ver a una versión nueva de MechaGodzilla peleando físicamente contra Godzilla, lo cual habría sido mucho más impresionante que el concepto de ciudad armada que nos encontramos.
Otra cosa que aporta la película es una ligera evolución en el personaje de Haruo, el cual ha pasado de hacer lo que sea para matar a Godzilla a humanizarse ligeramente y empezar a plantearse si “todo vale” con tal de recuperar la Tierra.
En cuanto a Godzilla, pues sigue teniendo su aspecto “tridimensional” que tanto me horrorizó en la película anterior, algo que comparten los otros monstruos de esta película, donde se explica (más o menos) que toda la nueva naturaleza de la Tierra está creada en base al propio Godzilla, de manera que si lo matasen crearían un cambio medioambiental.
Curiosidades sobre la película:
- Los Houtua están basados en los nativos de Infant Island, los cuales adoraban al monstruo Mothra, que era el protector de la Tierra. El hecho de que dos gemelas acompañen a los protagonistas es una referencia a las dos hadas gemelas que acompañaban a Mothra en las películas antiguas.
- Durante la película no escuchamos el nombre del monstruo que arrasó el mundo de los Exif, pero en la escena post-créditos se escucha perfectamente.
- Algunas imágenes de la película se subieron a internet como material promocional, pero en la versión final no se ven exactamente igual.
- En el material promocional también se dejaba caer que Mechagodzilla aparecería en la película, cosa que no sucede (técnicamente sale, pero no con su forma original ni luchando contra Godzilla) lo cual decepcionó a muchos fans.