Siendo fan de Street Fighter desde que tuve el Street Fighter II Turbo en la SNES allá por los ’90, estaba con la vista puesta en Street Fighter 6 desde que lo anunciaron, pero por una cosa u otra, nunca lo había comprado. Gracias a las ofertas que hubo en Steam a fin de año y a que además ahora tengo la ROG Ally, por fin lo compré y no podría estar más contento.
¡Qué buen juego! Desde que puse mis manos en Street Fighter 6, no pude dejar de jugar. Es como si Capcom hubiera leído la mente de todos los fans de la saga y hubiera creado el juego ideal. El sistema de combate es excelente, con la nueva mecánica del Drive Gauge que añade una capa extra de estrategia a cada enfrentamiento.
El Drive Gauge te permite realizar una variedad de acciones especiales, como los Overdrive Arts (que reemplazan a los movimientos EX), el Drive Impact (un golpe que puede cambiar el curso de la batalla) y el Drive Parry (una defensa perfecta que te da la oportunidad de contraatacar). Lo genial es que tienes acceso a todas estas opciones desde el principio de cada ronda, lo que te permite ser creativo y agresivo desde el primer segundo.
Pero cuidado, porque si abusas del Drive Gauge, entrarás en un estado de Burnout que te dejará vulnerable. Es un sistema de riesgo-recompensa que te mantiene constantemente en vilo y te obliga a pensar en cada movimiento. Igualmente, como en otros Street Fighter, estas estrategias quedan reservadas para los más avanzados. Puedes perfectamente jugar el juego y hasta pasártelo entero sin usar el Drive Gauge, aunque sí tendrás que usarlo y refinar tu estilo de pelea si quieres jugar online contra expertos y tener la oportunidad de ganarles.
Y hablando de movimientos, ¡los personajes se ven espectaculares en acción! El nuevo estilo visual es impresionante, con modelos detallados y animaciones fluidas que hacen que cada golpe y patada se sienta poderoso y satisfactorio. Ver a Ryu con su nueva barba y aspecto más maduro, o a Chun-Li con su elegante mezcla de estilo deportivo y tradicional chino, te hace sentir como que los personajes también crecieron junto contigo. Es el mismo Ryu que en mi adolescencia, pero ya soy adulto y los años también han pasado para Ryu.
Pero Street Fighter 6 no se conforma solo con ofrecer combates épicos. El juego viene cargado de modos que te mantendrán enganchado durante horas. El Fighting Ground es donde encontrarás los modos clásicos como Arcade, el modo Práctica, y el modo Versus local y online. Aquí es donde he pasado la mayor parte de mi tiempo, perfeccionando mis combos y estrategias mientras me «fajaba» contra otros jugadores de todo el mundo. Grité de euforia, puteé de bronca, y hasta me sacudí y pateé el piso varias veces. Aquellos que hayan jugando online a Street Fighter y les guste conocerán todo ese rango de emociones que surgen.
El modo Práctica merece una mención especial. Es, sin duda, el más completo que he visto en un juego de lucha. Puedes estudiar el frame data de cada movimiento, practicar situaciones específicas y hasta ver una representación visual de tus inputs. Es una herramienta increíble para mejorar tu juego, ya sea que quieras aprender los fundamentos o dominar técnicas avanzadas.
Pero la verdadera joya de Street Fighter 6 es el modo World Tour. ¡Prácticamente metieron un RPG de mundo abierto dentro de un juego de lucha! Creas tu propio personaje y te embarcas en una aventura por el mundo de Street Fighter, aprendiendo de los maestros legendarios y descubriendo tu propio estilo de lucha.
Lo primero que me sorprendió fue la cantidad de opciones de personalización para tu avatar. Pasé como 40 minutos ajustando cada detalle, desde el peinado hasta la forma de las orejas. Y no es solo estético, tu apariencia afecta cómo te desenvuelves en los combates, lo que añade otra capa de estrategia a la hora de crear tu personaje. Por ejemplo, tener extremidades más largas te hará aumentar tu alcance, o ser más pesado hará más contundentes (pero más lentos) tus golpes.
Una vez que entras en el mundo, te encuentras con una ciudad vibrante y llena de vida. Puedes interactuar con los NPC, aceptar una ingente cantidad de misiones secundarias y, lo más emocionante, encontrarte con los personajes icónicos de Street Fighter. Cada encuentro con un luchador famoso es una experiencia única. Recuerdo la emoción que sentí cuando me topé con Ryu por primera vez y me ofreció entrenar juntos. ¡Estaba aprendiendo el Hadouken del mismísimo Ryu!
Lo genial del sistema de maestros es que no solo aprendes sus movimientos especiales, sino que puedes adoptar su estilo de lucha completo. Cambiar entre el estilo de Ken y el de Chun-Li, por ejemplo, se siente completamente diferente. Es como tener varios personajes en uno, y la libertad de mezclar y combinar estilos te permite crear un luchador verdaderamente único.
A medida que avanzas en la historia, vas desbloqueando más movimientos y mejorando tus habilidades. El sistema de progresión está bien balanceado, siempre sientes que estás mejorando y desbloqueando cosas nuevas. Y lo mejor es que puedes llevar tu personaje personalizado al modo Battle Hub para enfrentarte a otros jugadores online.
Hablando del Battle Hub, es otro aspecto del juego que me ha impresionado enormemente. Es como estar en un sala de arcades virtual, donde puedes pasear con tu avatar, sentarte en las máquinas para jugar contra otros, o simplemente mirar partidas. La sensación de comunidad es increíble, y siempre hay algo que hacer o ver.
Y no puedo dejar de mencionar lo bien que funciona el online. Jugué decenas de partidas en Steam y la experiencia fue impecable. Incluso en partidas con ping alto, la respuesta es fluida y sin interrupciones. No sé cómo lo hicieron pero realmente no hay lag. Los rematches son casi instantáneos, lo que te mantiene en el flujo del juego sin largas esperas. Ah, y tiene juego cruzado entre jugadores de PC, Xbox y PlayStation.
Otro aspecto que me gusta es cómo Street Fighter 6 se esfuerza por ser accesible para los nuevos jugadores. El nuevo esquema de control «Moderno» simplifica las entradas de los movimientos especiales, permitiendo que cualquiera pueda realizar técnicas impresionantes desde el primer momento. Es una opción genial para quienes quieren disfrutar del juego sin tener que memorizar complejas combinaciones de botones. Ya lo había visto y usado en Street Fighter IV, cuando lo jugué en 3DS, y ahora en el 6 también lo estuve usando.
Pero no te preocupes, veterano, el esquema de control clásico sigue ahí para quienes prefieren el desafío tradicional. Y créeme, dominar todos los matices del sistema de combate es tan satisfactorio como siempre.
Por supuesto, la posibilidad de un control moderno hace que algunas veces te cruces en el online con jugadores que spammean un par de botones y son todo hadouken, hadouken, hadouken, shoryuken… Pero nada que no se haya visto antes, y no es culpa del juego.
El modo Extreme Battle es otra adición divertida que añade un toque de locura a los combates. Con reglas especiales y elementos aleatorios que aparecen en el escenario, cada partida se convierte en una experiencia única y desafiante. Es perfecto para cuando quieres algo un poco diferente o simplemente pasar un buen rato con amigos.
Y hablando de escenarios, los de Street Fighter 6 son una delicia visual. Cada uno está lleno de detalles y animaciones en segundo plano que le dan vida al mundo. Me encanta cómo en el modo World Tour, los escenarios de combate reflejan exactamente el lugar donde te encuentras, incluso mostrando elementos específicos del entorno. Es un pequeño detalle que aumenta enormemente la inmersión.
Volviendo al World Tour, hay algunos extras también que me parecen buenisimos. Uno es que puedes hacer varios “trabajos”, que en realidad son mini juegos cuya recompensa viene en forma de la moneda del juego para comprar accesorios, mejoras, o diversos otros ítems. El otro es que encontrarás máquinas de Arcade dispersas por distintos sitios y en las cuales puedes jugar varios clásicos de Capcom, como Final Fight por ejemplo, con créditos ilimitados.
Esto de los arcades no se acaba ahí sino que irás desbloqueando varios juegos distintos de Capcom a medida que avances y luego puedes jugarlos directamente desde una de las opciones en el menú principal. Como tener tu propio emulador oficial de Capcom con algunos de sus mejores juegos.
En resumen, Street Fighter 6 es un paquete completo que ofrece algo para todos. Ya sea que quieras sumergirte en una aventura RPG, competir online, o simplemente disfrutar de combates clásicos con amigos, el juego tiene todo lo que podrías desear. Es evidente el amor y cuidado que Capcom puso en cada aspecto del juego.
¿Lo jugaste ya? Si lo jugaste, dime en los comentarios qué te ha parecido a ti el juego.
PD: La experiencia de Street Fighter 6 no termina con el juego. ¿Ya visitaste el sitio oficial y has accedido al Buckler’s Boot Camp? ¿No? Pues te lo estás perdiendo, junto con lo divertido del «tamagotchi» PockeFi. Tienes toda la info necesaria aquí.
