El mundo audiovisual no está pasando por su mejor momento. Las nuevas ideas escasean y las pocas que hay no dan la talla, lo que hace que muchas veces las compañías apelen a la nostalgia para captar nuestra atención. El año pasado nos dejó muchas decepciones, unas mayores que otras, y que, por desgracia, no solo se debe a guiones flojos y actuaciones inverosímiles, sino también al hype generado por las grandes compañías, pues ¿quién no deseaba una serie de El señor de los anillos, o saber qué hizo que Buzz Lightyear fuese el juguete soñado por todo niño del mundo?
En la mayoría de los casos, las campañas de marketing venden al público un relato que poco o nada se parece a la realidad y ello hace que aunque puedan no ser el peor de los productos, el público lo rechace totalmente. Tampoco ayuda que las plataformas hayan enfocado su estrategia en captar cuanto más publico mejor para ganar más en vez de ofrecer un producto de calidad, y desde luego Disney ( incluimos Pixar y Marvel) es quien va ganando la partida.
Aquí os dejamos una selección de películas y series que se podían haber ahorrado.
Los anillos de Poder
Imaginemos un momento que nunca ha existido Tolkien; ni su obra; ni siquiera las películas de Peter Jackson. Si olvidamos todo lo que sabemos sobre la Tierra Media y sus personajes es posible disfrutar de la serie de Amazon Prime, que visualmente es un espectáculo. Si hablamos del aspecto más técnico es donde hay que reconocer que Prime se ha gastado, y muy bien, el dinero: la dirección artística, el vestuario, la fotografía…Todo digno de película; pero, por desgracia, el resto no está a la altura. Los Anillos de Poder ha perdido la esencia, la magia, todo aquello que rodeaba a los elfos y a la Tierra Media.
Y no sólo en cuanto al aura del mundo, la trama, aunque entretenida, llega a ser predecible en algunos momentos. Los personajes no causan ni empatía (que una elfa de miles de años se comporte como una adolescente malcriada deja bastante que desear). Quizá destacar a los Pelosos, los únicos que mantienen un poco de esa aura mágica, y, por supuesto, los enanos.
Strange World
Disney tiene un problema con la ciencia ficción, y uno muy grave. El estudio que cumplió cien años en 2023 ha demostrado con creces que sabe lo que se hace, pero lo suyo es dedicarse a las princesas y los musicales; en cuanto a ciencia ficción, siempre cae.
Strange World promete ser una película de aventuras, y por enésima vez nos dan una película de problemas paterno-filiales donde las aventuras se quedan en un segundo plano casi inexistente. Aburrida, personajes planos, predecible… La película se queda en un quiero y no puedo.
Además, como ya anunció Disney que haría, Strange World nos trae diversidad en cuanto a minorías étnicas, tan solo dos personajes son blancos, el resto varían entre afroamericanos, hindúes, latinos, nativos americanos… Añadir también que el hijo mulato del protagonista es gay. Ethan es el primer personaje de Disney abiertamente homosexual, y, la naturalidad con que se trata es perfecta.
Por poner otro aspecto positivo: la animación y el diseño de ese mundo extraño inexplorado. En eso Disney siempre es un 10.
Black panther. Wakanda Forever
Durante años Marvel nos ha acostumbrado a grandes películas, pero la fase 4 ha caído en picado, y Wakanda Forever se une como otro fiasco más a algunas de las películas y series de esta fase.
Tras la muerte de Chadwick Bosseman, Wakanda Forever debería traernos la nueva era de Black Panther. Pero no. A pesar de tener un inicio prometedor y emotivo hacia el actor, la película se queda en algo aburrido, lento y con una trama insulsa, a lo cual no ayuda que el metraje dure casi tres horas.
Los personajes no emocionan, ni se llega empatizar con ellos. Carecen de toda personalidad, hasta el punto de que te da igual quién es el malo o por qué es así. Por no hablar de la curiosa mezcla entre mayas, Atlantis y griegos, y el nulo diseño de su mundo.
En cuanto a lo visual, nada nuevo en Wakanda: sus naves, tecnología, armas… Nada que no hayamos visto antes, un derroche de CGI que podían haber empleado más en ciertos trajes nuevos que parecen sacados de los Power Rangers.
La película en sí es una muestra de poder femenino. Y esto empieza a cansar: que sí, que ya nos hemos enterado que las mujeres también son muy fuertes y pueden pelear igual o más que un hombre. Y harta de que, para dos personajes masculinos que aparecen, ambos sean unos peleles que no sirven para nada.
Además, vuelven a meter, igual que hicieron con The Eternals, la leyenda negra. Y resulta cuanto menos curioso que todo el diseño de arte recuerde más a una plantación de algodón.
Wakanda Forever no sólo es una de las peores películas que ha hecho Marvel, sino que ni siquiera su escena final se libra de ser tediosa e intrascendente.
Willow
A Disney se le acaban las ideas y tira de nostalgia para mantenernos enganchados. Recuerdo la película de Willow con mucho cariño, llena de aventuras y magia, y esperaba encontrar en la serie algo similar.
Willow (1988) nos contaba la historia de la malvada hechicera Bavmorda, la cual descubre que nacerá una niña que pondrá fin a su vil reinado. La niña recién nacida, Elora, acaba en manos de Willow que, junto a compañeros muy variopintos, lucharán por la paz en el reino. La serie continúa con la historia varios años después, con la reina regente Sorsha cuya hija, acompañada de Willow y una Elora adolescente, deberán hacer frente al mal que acecha al reino.
Esta nueva etapa promete trepidantes aventuras pero se termina haciendo aburrida y monótona. Los personajes, sin carisma, te da igual si viven o mueren. Hasta Willow ha perdido su esencia. De hecho, el personaje es inexistente.
Como acostumbraba a pasar en películas de esa época (por mucho que ahora nos hagan creer lo contrario), las mujeres eran fuertes y grandes líderes y es algo que intentan continuar en la serie pero, por desgracia, no está por ningún lado la fiereza de la general Sorsha. De hecho, Kit, su hija, se hace exasperante. Un intento de protagonista a la que acabas odiando cada vez más en cada capítulo.
Al igual que su predecesora, la serie intenta mezclar momentos de epicidad con humor, un humor que no consigue sacar ninguna sonrisa.
La serie en sí es una pérdida de tiempo. Las actuaciones son pésimas, los diálogos nulos, la música, el vestuario terroríficos… Quizás, por poner algo positivo, es que han usado algún que otro puppet en vez de CGI.
No es de extrañar que todo esto haya conseguido la cancelación de la serie tras su primera temporada.
Lightyear
Para todos aquellos que nos hemos criado con Toy Story (1995), desde que se anunció esta película teníamos un hype increíble. Quizá las expectativas eran demasiado altas.
La película entretiene, sí, pero no veo que esto pudiera convertirse en un fenómeno de masas y que Andy estuviera como loco por tener un juguete de Buzz Lightyear.
La primera media hora es perfecta: acción, emoción, una trama muy original… Sin embargo, a medida que avanza, se queda sin fuerza. Los secundarios intentan ser todo lo graciosos que pueden y solo el gato sería lo destacable. Escenas que no aportan nada y solo hacen que la película se alargue innecesariamente, terminan haciendo de Lightyear una película del montón.
Lightyear iba a ser la película del año de Pixar y se ha quedado en una peli que ves una tarde que no tienes nada mejor que hacer.