[Muy Top] Cinco joyas de los cómics de Mortadelo y Filemón

La despedida de Francisco Ibáñez nos ha dejado a muchos aficionados al cómic totalmente descolocados. Es por este motivo que hoy quería hacer un artículo más personal, alejado de los videojuegos clásicos sobre los que suelo escribir. Esto es una selección de cinco joyas clásicas de esos mamarrachos llamados Mortadelo y Filemón.

Estos dos cabestros, agentes de la T.I.A., han vivido muchísimas aventuras que solo el buen hacer del maestro Ibáñez ha sabido representar. Es imposible escoger cuáles son los mejores cómics de este par de becerros, pero me he mojado y aquí tenéis una selección personal de cinco aventuras clásicas protagonizadas por los agentes secretos más famosos del cómic patrio.

El Sulfato Atómico (1969)

Se trata nada más y nada menos de la, digamos, primera aventura larga de esta pareja de agentes secretos. Además, posiblemente sea la que tiene el dibujo más exquisito en toda la trayectoria de historietas de Ibáñez, con muchos detalles y un mayor realismo en según qué casos.

La historia gira en torno a un brebaje inventado por el Profesor Bacterio y que se llama el “sulfato atómico”. Se trata de un potente insecticida para el control de plagas en el campo. El problema es que, como todo invento del Bacterio, funciona al revés, y en lugar de eliminar insectos lo que hace es volverlos gigantes.

Uno de los frascos que contiene el fracasado “sulfato atómico”, ha caído en manos de un agente de la República de Tirania. El malvado dictador Bruteztrausen pretende usarlo para dominar el mundo, y ahí es dónde Mortadelo y Filemón entran en escena.

Una maravilla en todos los niveles que sirve como parodia de una Alemania en la que siempre han gozado de muchísimo éxito. Y por si fuera poco este clásico del cómic español sirvió como base para el argumento de La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón, su primera película con actores reales de la mano del gran Javier Fesser.

Safari Callejero (1969)

Tras El Sulfato Atómico llegó Contra el “Gang” del “Chicharrón”, otro cómic imprescindible. Nosotros nos quedamos con el siguiente, con Safari Callejero, otra gran aventura en la que Mortadelo y Filemón tienen que volver a lidiar con alguna que otra pifiada del Profesor Bacterio.

La trama nos cuenta que un ladrón entra en el laboratorio del Bacterio, provocando que los animales que están allí se escapen. Y aunque Mortadelo diga que se escaparon todos menos uno, haciendo alusión al chapuzas del Profesor Bacterio, esto representa un peligro enorme.

A cada uno de estos animales se les ha inoculado un suero que modifica sus características. Así pues, Mortadelo y Filemón irán en busca de Dorotea (una gallina cuyos huevos te harán cacarear de lo lindo), Zacarias (un perro policía convertido en ladrón) o Vicenta (una vaca voladora), sin olvidarnos de un burro y un mono que tienen ciertos nombres bastantes familiares.

Una descacharrante aventura a la que le guardo un enorme cariño al ser uno de los primeros “tebeos” de esta pareja que leí cuando era pequeñajo. Por otra parte hay que destacar que Safari Callejero dio nombre al videojuego Mortadelo y Filemón II: Safari Callejero, inspirado un poco (poquito) en esta obra del gran Ibáñez.

Valor y… ¡Al toro! (1970)

Otro de los considerados una maravilla por muchos aficionados al género. Valor y… ¡Al Toro!, aparecido después de Safari Callejero, vuelve a destacar por ser uno de los cómics a los que Ibáñez mimó muchísimo en cuanto al dibujo y al detalle se refiere.

Otra vez Bacterio, pero esta vez no hay ningún invento. Se trata de los planos del denominado “proyecto Bartolo”. Estos planos han sido robados por la banda del Rata y guardados en algún lugar del crucero “Ile du Soria”.

Mortadelo y Filemón embarcarán en ese crucero para recuperar los planos e impedir que el Rata y sus secuaces se hagan con ellos. Lo que jamás podrán imaginar es el lugar exacto dónde se ha escondido el tubito con los planos de marras.

Como es de esperar, Valor y… ¡Al Toro! es un cómic redondo en todos los sentidos. Los entendidos en la materia hablan de la influencia que tuvo el cómic francés en él. De hecho, Ibáñez había realizado el cómic con otros personajes con la idea de venderlo fuera de España. Esto último es porque tuvo una trifulca con el director de la editorial Bruguera, pero todo se arregló y cambió a dichos personajes, que no sabemos quiénes eran, por los burricalvos de siempre.

El Caso del Bacalao (1970)

Ibáñez no paraba de trabajar. Tras Valor y… ¡Al Toro! llegaba El Caso del Bacalao, un genial disparate en el que Mortadelo y Filemón se las verán con toda una banda de gánsteres capitaneados por el terrible Lucrecio Borgio.

El bacalao ha bajado drásticamente de precio, consiguiendo que la gente lo compre a un duro el kilo, por lo que la ciudad está saturada de bacalao. Ya conocéis eso de que el bacalao provoca mucha sed, ¿verdad? Pues ese es el problema, hay tanto bacalao que la gente está sedienta.

¿Qué porras está pasando en realidad? Ahí es cuando Mortadelo y Fielmón entran en escena, descubriendo que la banda de Lucrecio Borgio está detrás de todo esto e intenta sacar tajada de la situación. ¿Su plan? Hacer que la gente pague lo que sea por un poco de agua para calmar su sed, algo que acaba, cómo no, en tronchantes consecuencias.

El Caso del Bacalao fue una historia dividida en diferentes capítulos, cada uno con su propio título, perfecta para incluirse en publicaciones semanales como Pulgarcito o Mortadelo. Al parecer no está considerada una de las historias más brillantes de esta pareja del humor, pero en mi opinión es una con las que más me he divertido. Sus gags son brutales.

Objetivo Eliminar al «Rana» (1975)

Avanzamos un poco en el tiempo, hasta 1975, para hablar del último cómic que hoy os proponemos. Su nombre es Objetivo Eliminar al “Rana” y es otra aventura que ningún fan de Mortadelo y Filemón se debería perder.

¿Qué quién es el “Rana”? Es el jefe de una organización enemiga conocida como H.I.G.O. (Hermandad Internacional de Gamberros Orbitales). Se le conoce así por su tremenda habilidad para salir airoso de cualquier situación.

Mortadelo y Filemón deberán infiltrase como agentes dobles en el H.I.G.O. y así ganarse el favor del “Rana”, que quiere acabar con el bueno del Súper de una vez por todas. Solo estos dos pollinos serán capaces de ganarse el favor del “Rana” y evitar que su “querido” Superintendente Vicente se vaya para el otro barrio.

Todo un conjunto de surrealistas y divertidísimas situaciones en las que, muchas veces sin querer, el “Rana” hará nombre a su mote y saldrá por patas ileso mientras Mortadelo y Filemón se llevan la peor parte. Por cierto, se dice que algunos de los gags de este cómic fueron utilizados en El Tirano. De hecho, yo diría que el diseño físico de Antofagasto Panocho, antagonista de El Tirano, está inspirado en el amigo “Rana”.

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