El Conjuro 4: Últimos Ritos (The Conjuring: Last Rites, 2025) cierra el ciclo principal de la saga con una entrega que profundiza en el legado de los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren, interpretados por Patrick Wilson y Vera Farmiga.
Dirigida por Michael Chaves, esta cuarta película de la franquicia principal se basa en el caso real de los Smurl, un episodio de posesiones y entidades malignas que azotó a una familia en Pensilvania durante los años 80. Ambientada también en la década de 1980, la historia mantiene el sello de terror sobrenatural de la serie, fusionando elementos de horror psicológico con sustos viscerales, mientras explora el costo personal que pagan los Warren por su dedicación a lo inexplicable. Como cierre de fase para el universo Conjuro, la película equilibra la nostalgia por las entregas anteriores con un enfoque en el cierre emocional, sin depender de giros espectaculares para mantener la tensión.
Una Casa Marcada por el Mal
La trama de El Conjuro 4 se centra en Ed y Lorraine Warren, quienes reciben un caso que parece rutinario al principio: una familia atormentada por fenómenos inexplicables en su hogar, incluyendo lo típico: ruidos inexplicables, objetos que se mueven solos y presencias que acechan en las sombras de la noche. Esta investigación introduce a los Warren en un laberinto de entidades misteriosas que desafían incluso su experiencia acumulada. La familia Smurl, compuesta por padres y varios hijos, vive en una casa modesta donde el horror comienza de manera sutil: un espejo que parece reflejar más de lo que debería, susurros que se confunden con el viento y una sensación creciente de que algo antiguo y resentido ha despertado.
Desde los primeros minutos, la película establece un ritmo que alterna entre la cotidianidad opresiva de la vida familiar y los destellos de lo sobrenatural. Ed, con su pragmatismo y coraje físico, se encarga de las confrontaciones directas, mientras Lorraine, con su clarividencia, navega por visiones que la conectan con el pasado traumático de la casa. La narrativa dedica tiempo significativo a la dinámica conyugal de los Warren, mostrando cómo su matrimonio se fortalece ante la adversidad, pero también cómo el peso de décadas de casos los ha marcado emocionalmente. Los hijos de la familia Smurl añaden capas de vulnerabilidad: una adolescente que es quien más sufre los eventos, un padre escéptico (o que quiere aparentarlo) y niños más pequeños que perciben el mal de manera instintiva
El Terror Escala en la Oscuridad
A medida que la investigación avanza, los fenómenos escalan en intensidad. Apariciones fugaces en los pasillos, poltergeist que lanzan muebles con furia contenida y sesiones de clarividencia que arrastran a Lorraine a recuerdos ajenos de violencia y pérdida. La casa de los Smurl se convierte en un personaje en sí misma, con sus paredes crujientes y un sótano húmedo que evoca el aislamiento algo rural de la época. Los Warren consultan con colegas y realizan rituales preliminares, pero pronto se dan cuenta de que esta entidad no es un demonio aislado, sino parte de un entramado más oscuro ligado a pecados del pasado humano.
Esta sección inicial de la película, que ocupa aproximadamente la primera hora, construye una atmósfera de espanto constante, donde el horror no solo reside en los jumpscares —escasos pero efectivos—, sino en la erosión gradual de la cordura y la fe de los involucrados. La conexión con casos previos de la franquicia se siente orgánica: referencias sutiles a artefactos como la muñeca Annabelle o ecos de la monja Valak enriquecen el lore sin sobrecargar la trama. Los Warren, ahora envejecidos por años de batallas espirituales, enfrentan no solo lo externo, sino sus propios límites: Ed lidia con dudas sobre su rol protector, y Lorraine con visiones que la obligan a confrontar pérdidas personales.
Del Caso Real al Universo Cinematográfico
Como adaptación del caso Smurl, la película se mantiene fiel a los eventos reales documentados por los Warren, pero los dramatiza para el cine, enfatizando el aspecto emocional sobre la cronología estricta. En el libro The Haunted de Gerald Brittle, que inspiró la saga, el caso Smurl se describe como una posesión progresiva que involucró exorcismos fallidos y traslados de la familia, elementos que aquí se tejen en una narrativa cohesionada. El Conjuro 4 expande el enfoque en la resiliencia familiar, mostrando cómo el terror une a los Smurl en momentos de crisis, mientras los Warren sirven como ancla moral.
Temáticamente, explora el concepto de «últimos ritos» no solo como cierre espiritual, sino como reflexión sobre el legado: ¿qué queda cuando los demonios se van, pero las cicatrices permanecen? Esta profundidad eleva la entrega más allá del mero susto, convirtiéndola en un epílogo meditativo para Ed y Lorraine. En el universo de El Conjuro, esta cuarta parte destaca por su regreso a las raíces: casas embrujadas, investigaciones meticulosas y un mal que se alimenta de la culpa humana. Comparada con las spin-offs como The Nun o Annabelle, se siente más íntima, priorizando el drama sobre la escalada de monstruos. Sus fortalezas radican en las actuaciones centrales: Wilson aporta una solidez estoica a Ed, mientras Farmiga infunde a Lorraine con una empatía etérea que hace creíbles sus dones.
El Conjuro 4 no sería lo que es sin Wilson y Farmiga, y esto aplica para todas las demás películas de la saga, quedando incluso en evidencia en los spin-offs.
Curiosidades sobre El Conjuro 4: Últimos Ritos
- Esta es la última película de la serie principal con Ed y Lorraine Warren como protagonistas, aunque el universo de Conjuro podría continuar con spin-offs.
- James Wan, creador de la franquicia, hace un cameo como invitado de boda en una escena temprana.
- El rodaje se realizó en locaciones reales en Rhode Island, incluyendo una casa histórica que se usó para recrear el hogar Smurl.
- Vera Farmiga y Patrick Wilson han interpretado a los Warren en ocho películas del universo Conjuro, sumando más de una década de colaboración.
- La producción incluyó asesores paranormales para garantizar la fidelidad al caso Smurl, inspirado en eventos reales de los años 80.
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