Pese a la enorme cantidad de series de televisión que ha protagonizado Batman, mucha gente (entre la que me incluyo) suele considerar la versión de los años 90 (Batman The Animated Series) como la definitiva.
En términos generales esa serie supo representar a Batman de una manera seria y oscura al mismo tiempo que añadía colorido y diversión para entretener a los más pequeños. Generalmente los colores y las locuras venían de mano de los alocados villanos, siendo una vez más, los más constantes el Joker y su acompañante Harley Quinn.
Harley Quinn fue un personaje creado para la serie y de ahí dio el salto a los cómics donde se estableció como uno de los personajes más populares del universo Batman.
Tal y como sucedió con Deadpool, Harley ha experimentado un aumento de su popularidad durante esta última década, hasta el punto de que a día de hoy es uno de los personajes más rentables (y explotados) de DC Comics.
LA PSICÓLOGA DE ARKHAM
Una de las cosas que mejor definen a Gotham es la enorme cantidad de chiflados que pueblan sus calles y llenan sus manicomios. El asilo Arkham es el lugar donde terminan atrapados los más peligrosos, generalmente tras ser capturados por Batman.
Ante tal acumulación de locura en un solo edificio uno se pregunta ¿se puede hacer algo por ellos o simplemente los encierran para que no molesten? Y aunque la respuesta es obvia, de vez en cuando aparece algún intento por parte de la institución para tratar a sus pacientes.
Ahí es donde entra la doctora Harleen Quinzel, que intentó comprender y curar al más chiflado de los maníacos de Gotham, el Joker. Pese a sus buenas intenciones, Harleen se sintió atraída enseguida por el “chico malo” hasta desarrollar algo parecido a un síndrome de Estocolmo que terminó como todos sabemos, con ella convirtiéndose en otro loco más, ayudando al Joker en sus fechorías y culpando a Batman de todo.
La relación entre Harley y el Joker es de todo menos idílica, pues el payaso (pese a que en algún momento remoto haya sentido afecto por ella) la trata como una herramienta más y ella, en su ceguera voluntaria, acepta cualquier tipo de trato por su parte, convirtiéndose así en la pareja-secuaz-cabeza de turco de su querido Joker, o como ella lo llama “pastelito”, “pudin” o “señor J”.
El hecho de que Harley fuese un personaje popular venía más por su alocada y alegre personalidad que por su relación con el Joker. Es cierto, que esta psicóloga venida a menos ha conseguido en más de una ocasión modificar la opinión del psicótico payaso. Esos cambios nunca han sido duraderos ni fiables, de manera que en la mayoría de los casos, la relación solo existía cuando le convenía a él.
SE BUSCA COMPAÑERO DE FECHORÍAS
Tras algunos abusos por parte de su pastelito, Harley empezó a independizarse en su carrera criminal, demostrando que no necesitaba ninguna figura autoritaria que la guiase. Sin embargo eso no era del todo cierto y quizás por ello terminó convirtiéndose en la pareja criminal de Poison Ivy, la alocada científica reconvertida a ecoterrorista y cuyo cuerpo parece tener más porcentaje con las plantas que tanto protege que con un ser humano común.
Pese a que Harley se comporta como una niña traviesa y saca de quicio a Ivy en muchas ocasiones, esta siempre la perdona (generalmente tras suplicárselo Harley) hasta el punto de tenerle afecto. Esta pareja tan singular encantó al público, que casi desde un principio vio en el tándem Ivy-Quinn una pareja más allá del crimen.
Aunque los guionistas jugaron con el tema de la relación entre ambas, haciendo una enorme cantidad de chistes sin aclarar o desmentir nada, para el populacho, Harley Quinn y Poison Ivy eran pareja, algo que finalmente terminó mostrándose en los cómics.
MÁS CAMBIOS
No conviene olvidar que Ivy también es una enferma mental, de manera que en muchas de las broncas que tuvo con Harley, nuestra bufonesca psicóloga echó a volar y vivir de nuevo sus aventuras, aunque fuese de manera temporal.
Estoy seguro que esta clase de hechos tenían mucho que ver con el aumento de popularidad del personaje, que ya no solo pertenecía a Gotham, si no que podías encontrarla en cualquier rincón del universo DC.
Así pues, Harley fue uniéndose a otros personajes en momentos concretos, algunos de ellos juguetes rotos como ella misma (como Mary Marvel cuando perdió sus poderes) y otros totalmente contrarios a lo que Harley representa (como Power Girl o las amazonas).
En esos momentos Harley Quinn ya tenía sus propios cómics, pero eso no era suficiente así que tal y como sucedió con muchos villanos del universo DC era cuestión de tiempo que Harley entrase en una de las formaciones del Suicide Squad, algo que se ha aprovechado para justificar su presencia en la reciente película del grupo.
A lo largo de todo este tiempo, la personalidad de Harley no ha cambiado demasiado, sigue siendo un personaje alocado, divertido y adorable. Es cierto que los nuevos tiempos le han dado más protagonismo y poco a poco se le ha concedido algo más de personalidad alejándola hasta cierto punto de la figura de “persona que necesita a otra”, pero en términos generales, el personaje no ha sufrido cambios bruscos de personalidad como si le ha pasado a otros de cómic americano.
De hecho, el cambio más significativo ha sido la modificación de su traje, algo que lamento profundamente por los motivos que diré a continuación. Harley Quinn tenía el honor de ser uno de los pocos personajes femeninos de cómic cuyo traje no la obligaba a ir semidesnuda, pero tras su aparición en algunos videojuegos con poca ropa y vestida de enfermera, su rediseño en New 52 y finalmente su representación en la película Suicide Squad, podemos decir que el fan service la ha capturado y hecho presa con muchas más ganas que el Joker y Poison Ivy juntos.
Estoy a favor de los rediseños, de hecho el de Harley en New 52 no me parecen tan malo, porque sigue manteniendo parte del diseño circense original, pese a “cumplir con las exigencias del fan service”. Lamentablemente no puedo decir lo mismo del aspecto que tiene en la película de Suicide Squad, donde han vestido a Margot Robbie con ropa que poco tiene que ver con feriantes y acróbatas. Supongo que no consideraron suficientemente sexy el diseño de los cómics y tuvieron que prostituirlo en el sentido más amplio de la palabra.
CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES
Siempre tendré como favorita a la Harley Quinn original, en parte porque fue como la conocí y también por la enorme calidad que tenía la serie que la vio nacer. Bruce Timm y Paul Dini mimaron al personaje tanto en televisión como en los primeros cómics en los cuales apareció. Desde el principio tuvieron claro que este personaje iría a más y el tiempo les ha dado la razón.
Su independencia posterior y sus alianzas con las otras femmes fatales de Gotham (Catwoman y Poison Ivy) también tienen su encanto y su posterior alzamiento como celebridad e inclusión en otras colecciones no me desagrada, aunque si que considero que se está abusando algo de este personaje debido a la creciente demanda.
Resumiendo, como personaje de la decadente Gotham, Harley es un encanto y ofrece risas aseguradas. Como personaje comodín dentro del Universo DC, pues depende un poco de donde la hayan metido y con qué pretexto.
Como recomendaciones empezaré por lo obvio, la serie de televisión que la vio nacer (Batman The Animated Series) y algunos de sus primeros cómics como Mad Love, los cómics de Harley Quinn & Poison Ivy o Sirenas de Gotham.
En cualquier caso es muy fácil encontrar a Harley en papel, pues en la actualidad se estan lanzando muchos cómics suyos y además aparece en otras colecciones como Suicide Squad o Power Girl and Harley Quinn. Por supuesto, también podéis encontrar a Harley en algunos cómics de Batman.
