Tras una larga pausa, traigo de vuelta a la saga de Drácula creada por Hammer Productions, que se inició con Horror of Drácula (1958), tuvo su primera secuela (o spin-off de Van Helsing) en Las novias de Drácula (1960) y un montón de secuelas directas como Drácula, Príncipe de las Tinieblas (1966), Drácula vuelve de la tumba (1968), El poder de la sangre de Drácula (1970) y Drácula A.D 1972 (1972).
En esta ocasión toca hablar de la séptima película de la saga, conocida como Los ritos satánicos de Drácula (The Satanic Rites of Drácula) que continúa de manera muy directa lo visto en Drácula A.D. 1972, ya que los sucesos se sitúan solo dos años después del desenlace de aquella película.
La película empieza mostrándonos como se lleva a cabo un ritual de sacrificio en una mansión aislada de la ciudad. Uno de los guardias de seguridad comete un error y eso permite que un malherido prisionero logre escapar de sus captores y sea rescatado en el último momento por la policía.
Ese hombre era un espía que tenía la misión de conseguir información de los extraños sucesos que tenían lugar en esa mansión, la información que le da a sus compañeros pone de manifiesto que figuras muy influyentes (políticos, terratenientes, científicos…) están participando en esos rituales.
Debido a lo particular del tema tratado, la policía recurre a Van Helsing, quien relaciona ese tipo de rituales con el vampirismo, ante la escéptica mirada de los miembros de la policía, que no tardarán en comprobar hasta que punto tiene razón.
Van Helsing les cuenta que para invocar a Drácula necesitarían tener acceso a sus restos, pero que él acabó con el vampiro un par de años atrás en una catedral (en el final de Drácula A.D. 1972). En el lugar donde tuvo lugar ese enfrentamiento ahora hay un edificio de oficinas, donde vive encerrado un poderoso empresario llamado D. D. Denham, al cual nadie ha visto jamás.
¿Estará relacionado Denham con Drácula? ¿resolverá la policía el misterio de los ritos satánicos en la mansión?
La primera vez que vi esta película me aburrió muchísimo, aunque puede que eso fuese motivado por el hecho de que me propuse ver toda la saga en un corto periodo de tiempo y cuando llegué a las últimas películas ya estaba bastante quemado. Además, para qué negarlo, la película anterior (Drácula A.D. 1972) me resultó tan irregular como ridícula, lo cual seguramente afectó a mi percepción de su secuela.
Hoy la he vuelto a ver, tras mucho tiempo sin ver ninguna de esta saga y me ha dado una sensación ligeramente más positiva (me estaré ablandando). En lugar de tener bandas de música y fiestas de jóvenes hippies, nos encontramos con una historia de rituales satánicos, espías con gadgets dignos de James Bond (incluso la música recordará al agente 007 en algunas escenas) y una trama absurda sobre un virus que posiblemente aniquile a la humanidad.
Vayamos por partes. La trama de los policías espiando los rituales satánicos está bien, es una manera de introducir a los personajes principales y que no toda la trama dependa de Van Helsing. La introducción del veterano personaje, hace que la película avance hacia una dirección correcta y nos promete un nuevo duelo entre Van Helsing y Drácula. Sin embargo en la práctica, se usa a Van Helsing para tratar de explicar que el científico que trabaja para Drácula ha creado un virus capaz de erradicar a la raza humana del planeta. Ante semejante perspectiva, ni siquiera el profesor Van Helsing puede buscar una lógica. ¿Por qué querría Drácula matar a toda la especie humana, si él se alimenta de ella?
Aunque Van Helsing deduzca como uno de los motivos que quizás Drácula quiere morir y pretende hacerlo arrasando todo el planeta, esa trama caerá totalmente en dique seco, ya que cuando vemos a Drácula, comprobamos que no solo no parece querer morir, si no que encima está creándose un grupo de vampiras acompañantes. Los servidores de Drácula pensaban que el virus era para chantajear y extorsionar, pero según los planes del Conde, sus siervos serían contaminados para crear focos de contagio.
Y ya que hablo de Drácula, me temo que en esta película el personaje no sale demasiado favorecido en líneas generales. En la película anterior se criticó que Drácula no interactuaba realmente con la sociedad actual (de aquella época) y que por lo tanto no tenía sentido hacer una película en los años 70 si el vampiro hacia el mismo papel que siempre. En esta ocasión nos muestran a un Drácula que en solo 2 años se ha vuelto un empresario poderoso que vive en un edificio de oficinas. No es que eso no sea creíble (en la película se muestra que puede hipnotizar a las personas, así que puede conseguir lo que quiera…), pero la excusa de mostrarnos a Drácula como un empresario nos lleva a la lamentable escena donde Van Helsing y Drácula hablan sentados en un escritorio donde se intenta ocultar el rostro del vampiro a contraluz, pese a que claramente se puede ver que es él.
Sin embargo, las escenas de Drácula atacando a sus víctimas, así como la genial escena donde obliga a uno de sus siervos a usar el virus letal consigo mismo son bastante buenas, lo cual nos lleva a lamentarnos que el enfrentamiento final entre Van Helsing y Drácula es el más ridículo de toda la serie (superando incluso el patético final del conde en Drácula, Príncipe de las tinieblas).
Sinceramente, da la sensación de que ya nadie sabía qué hacer con el Conde y trataron de gastar sus últimas ideas en esta película. Ha de admitir que en algunos sentidos esta película mejora lo visto en la anterior y que hay algunas escenas geniales que quedan tapadas por el resto del metraje, como la parte con toda la mansión ardiendo y el seguidor de Drácula muriéndose por el virus. El concepto de Drácula influyendo en personas importantes de la sociedad moderna para corromperlas me parece muy bueno, pero su ejecución es lamentable.
La saga y sus actores se notan exhaustos, la idea de traer a Drácula a la actualidad del momento no ha sido la más acertada (lo explotan en dos películas y en ninguna le sacan provecho) y las ideas para terminar con Drácula en la parte final de la película son cada vez peores, de manera que esta película está más pareja a su antecesora, que a las primeras películas de Hammer Productions con el vampiro.
Curiosidades:
- El título inicial de esta película era Dracula is Dead…and Well and Living in London, como parodia del musical Jacques Brel Is Alive and Well and Living in Paris. Cristopher Lee expresó públicamente su descontento con ese título, ya que le daba a la película un aspecto de parodia que no tenía y finalmente se cambió.
- Aunque el título final fue The Satanic Rites of Dracula, en Francia se le cambió a Dracula vit toujours à Londres (Drácula sigue viviendo en Londres), posiblemente influenciado por el título inicial de la película. En Estados Unidos también sufrió cambios, renombrándolo como Count Dracula and His Vampire Bride (desconozco el motivo, pero quizás fue para evitar problemas que podía darle la palabra “Satanic” del título real).
- Esta fue la última vez que Christopher Lee interpretó a Drácula en las películas de Hammer.
- En esta película se mencionan muchos métodos para poder atacar a los vampiros y curiosamente, se usan todos ellos durante el largometraje.