
Las películas de casas encantadas son un clásico del cine de terror y, si bien es cierto que no es mi subgénero favorito, suelo buscar alguna de tanto en tanto para ver con qué nuevas ideas salen y de qué manera intentar innovar en algo tan manido.
Son pocas las películas de esa temática que he comentado en esta sección, aunque es cierto que hay bastante variedad, pues tenemos desde clásicos como The Evil Dead (1981) y su secuela Evil Dead 2 (1987) a comedias como House of the Long Shadows (1983), películas simples pero intrigantes como Besokarna – Los visitantes (1988) y películas con premisas interesantes que terminan decepcionando, como The Deep House (2023).
La elegida para esta ocasión es Housebound (2014) una película neozelandesa de bajo presupuesto que me recomendaron hace tiempo y que, al parecer, tuvo una recepción bastante buena por parte de la crítica.
La premisa de Housebound es muy sencilla, pues la protagonista se encuentra en arresto domiciliario y no puede salir de la casa, que al parecer está encantada. Me encanta ver cómo algo tan necesario en este subgénero (evitar que el protagonista se vaya de la casa) se ha solucionado de una manera tremendamente simple y creo que eso fue lo que me hizo decidirme para verla.
La película empieza con dos ladrones de segunda que intentan reventar un cajero automático sin demasiada suerte. Tras ser atrapados, la protagonista es puesta en arresto domiciliario en casa de su madre, el hogar del cual ella se marchó cuando era joven debido a la mala relación entre ambas.
La casa en sí está aislada en mitad de un bosque, con bonitas vistas y pocos vecinos, pero obviamente no es así como Kylie (la protagonista) lo percibe, pues si sale apenas unos pasos fuera de la casa, su cepo avisará a la policía que enviará a un agente lo antes posible, de manera que más que la casa de su madre, es su prisión.
Tras una convivencia pésima con su madre y su padrastro, Kylie descubre de casualidad que su madre cree que la casa está encantada, algo que solo usa para burlarse de ella. Contra todo pronóstico, el policía encargado de que Kylie no se escape de casa cree a su madre y parece ser un experto en el tema y trata de comunicarse con el espíritu.

Los sucesos extraños empiezan a suceder por la noche, cuando Kylie empieza a escuchar ruidos desde el sótano de la casa y vive algunas situaciones “extrañas” que justificarían salir corriendo de casa.
Sin embargo, tras una charla con su padrastro, Kylie descubre el secreto de la casa, y es ahí donde la trama gira en torno a un posible asesino que puede que esté rondando por los alrededores, lo cual motiva a Kylie a llamar al policía que la vigila para investigar por su cuenta. ¿Hay fantasmas en la casa? ¿Hay un asesino? ¿Ambas cosas? Si queréis saber un poco más de la trama de Housebound, tendréis que ver la película o seguir leyendo, aunque ya os aviso que hay spoilers a continuación.

Una vez visto Housebound, vuelvo a tener la sensación que tuve con The Deep House: la premisa era buena y original, pero no se ha explotado a su favor y ha preferido caer en todos los tópicos posibles.
Tenemos la protagonista encerrada en una casa donde pasan cosas sobrenaturales, pero poco después descubre que los sucesos que pasaron en la casa responden a un asesinato encubierto en la misma. Aquí se abandona la idea de lo sobrenatural y se nos lleva a la idea de que hay un asesino real, que puede ser el vecino (típico vecino que vive aislado y tiene aspecto intimidante). En el transcurso de esta investigación, la protagonista sale de casa en varias ocasiones, así que adiós a la idea de estar encerrada en casa y adiós a la idea de los fantasmas.
Tenemos a un policía que lleva a la chica a casa, y es el encargado de que no salga de la misma, que (obviamente) resulta ser un experto en fantasmas y sabe cómo actuar para detectarlos, pero al mismo tiempo es incapaz de ser un buen policía (hace ruido, se tropieza, no es capaz de sobreponerse a nadie en un combate mano a mano…) y, por supuesto, no solo no cumple su misión principal, si no que ayuda a la chica a salir de casa. El resto de policías son (como no podía ser de otra manera) absolutamente idiotas y se odian con facilidad.

A la hora de buscar un asesino, nos cuentan que había un niño raro que era un genio con las máquinas pero con problemas (no podía salir al exterior y vivía en un agujero). Pero luego se abandona la idea del niño (ahora hombre) peligroso, para meter otro asesino, que se marcará un clásico Michael Myers al ser derrotado varias veces y aparecer como si no pasase nada.
La película no avanza 20 minutos sin desechar la idea anterior, lo cual no estaría tan mal si te mantuviese interesado, pero en mi caso se me ha hecho tremendamente tediosa, he llegado incluso a pararla en un par de ocasiones, pese a que estaba en la parte final, por puro tedio.
En un momento dado, mi cabeza ha empezado a pensar en cómo me habría gustado que fuese Housebound, (algo que no suele ser buena señal) y he recordado que en las primeras escenas, la protagonista saca a su madre de quicio y esta hace una amenaza vacía del estilo “vas a aprender por las buenas o por las malas”, y es ahí cuando empiezan a pasar cosas sobrenaturales. Esto me lleva a pensar ¿y si el final de la película hubiese sido diferente? ¿Y si hubiese sido una broma extremadamente elaborada por parte de la madre, la policía y los vecinos para atormentar a la protagonista y lograr así que dejase de comportarse como una idiota? Sinceramente, me parecería un mejor final (y justificaría el comportamiento de los policías y los cambios constantes de dirección de la trama).

No quiero decir que todo me haya desagradado. Es una película de bajo presupuesto (menos de medio millón de dólares) y está bastante bien a nivel visual. La casa tiene un aspecto viejo e intimidante, los efectos especiales prácticos, aunque escasos, son suficientemente interesantes y el humor (a veces involuntario) tiene algún que otro momento que te puede sacar una sonrisa (aunque si pretendían hacer una comedia, se quedaron muy cortos). También destaco que tiene algunas escenas de suspense bien llevadas (cuando Kylie escucha ruidos de noche y va a ver qué pasa).
Esta fue la primera película del director, que seguramente hizo todo lo que pudo con el presupuesto que tenía y, al parecer, tampoco se la tomó muy en serio (la descripción de la misma en su página web era “una película con un gran concepto pero con un presupuesto muy pequeño”)

En cuanto a actores, destaco a Rima Te Wiata (la madre de la protagonista) no solo por hacerlo mejor que el resto, sino porque creo que algunos de sus diálogos son divertidos y es el personaje más creíble. Otra cosa que me gusta mucho de la película es el cartel (o carátula), tan sencillo como intimidante.
Me decidí a ver Housebound porque escuché que valía la pena, que era original y con cierto humor negro y, como podéis ver, para mí no ha funcionado en absoluto. Sin embargo, eso no significa que el hecho de que yo no haya conectado con ella, no significa que a vosotros os vaya a pasar lo mismo, así que si os ha llamado la atención lo leído aquí, recomiendo que le echéis un vistazo.
Curiosidades de Housebound:
- En Febrero de 2015 se planteó la idea de hacer un remake norteamericano de esta película
- A George Johnstone, (director y guionista), se le ocurrió la idea de hacer la película tras ver un episodio del programa de televisión Ghosthunters.
- Tras esta película Johnstone dirigió M3GAN (2022) y M3GAN 2.0 (2025)
- Rita Te Wiata llevaba 15 años sin hacer ninguna película de cine cuando la llamaron para este largometraje.
- Al parecer la dirección de la ubicación de la casa según la película no es exacta, pues te dicen que está en el norte de Auckland, pero el código postal que hay en los libros es de una zona al sur.
- Housebound ha recibido mayormente críticas positivas y ha ganado unos cuantos premios entre los que se encuentran “Mejor película” (por parte de Dead by Dawn y el Neuchâtel International Fantastic Film Festival), “Mejor actriz secundaria” a Rita Te Wiata (por parte de Fright Meter Awards), “mejor diseño de poster” (New Zealand Film & Television Awards), “premio de la audiencia” (Strasbourg European Fantastic Film Festival) y tres premios por parte de Toronto After Dark Film Festival (mejor película de horror, mejor comedia y mejor casting).