En 1975 Tiburón (Jaws) de Steven Spielberg supuso un éxito monumental, llegando a ganar 3 Oscars (montaje, banda sonora y sonido), además de estar nominada a Oscar a la mejor película, que finalmente ganó Alguien voló sobre el nido del cuco.
Cuando algo tiene éxito es inevitable que le salgan copias y con Tiburón eso no fue la excepción, ya que incluso a día de hoy se sigue explotando ese género de “terror acuático” que prácticamente nació con esa película (al menos a gran escala).
Orca, La ballena asesina (Orca: The Killer Whale) apareció en verano de 1977 tratando de seguir los pasos de Tiburón, y obviamente no llegó demasiado lejos. Recuerdo haber visto esta película disponible en el videoclub de pequeño y que alguna vez la daban en televisión (en verano, por supuesto), pero nunca me decidí a verla, al considerar que era ridículo ver una copia de Tiburón (algo que lamentablemente no me impidió ver las secuelas de Tiburón y muchas otras películas similares). Por algún motivo esta película siempre fue una cuenta pendiente hasta hoy, que he decidido verla por primera vez, para ver si me encontraba ante algo decente o una basura que robaría un par de horas de mi tiempo.
La película empieza con el capitán Nolan y su tripulación tratando de capturar un tiburón blanco para un acuario, algo que les permitirá ingresar una gran suma de dinero. Cuando finalmente parece que va a capturar a su presa, el tiburón sufre el ataque de una orca que lo destroza con facilidad delante de toda la tripulación.
Impresionado por el animal, Nolan decide recurrir a las clases de una bióloga llamada Rachel, que parece estar especializada en los animales marinos. Nolan tratará de superar su ignorancia sobre el animal, aunque tampoco se cree que las orcas tengan tantas capacidades como Rachel la hace creer. Eventualmente Rachel descubrirá que Nolan planea capturar una orca para ganar dinero, y le advierte de que no lo haga, pues es un riesgo muy alto para todos.
Finalmente, Nolan y su tripulación encuentran un grupo de orcas y atrapan a una de ellas, que, tratando de liberarse, queda rajada por la hélice del barco, dejando ver delante de todos que estaba embarazada y a punto de tener a su cría. Aterrorizado ante esa imagen, Nolan tira la cría por la borda ante la atenta mirada del macho y trata de llevarse a la orca hembra, que, pese a estar muy malherida, sigue viva. Poco después, su barco empezará a sufrir los ataques de la orca macho, que busca venganza por los sucesos anteriores. Debido a ello, Nolan decide liberar a la orca hembra, pero tras hacerlo un miembro de su tripulación muere ante el ataque del macho.
La orca hembra muere, y aparece en la orilla de la playa cercana a donde Nolan deja su barco, lo cual hace que el pescador empiece a creerse que el animal no solo lo reconoce, sino que quiere vengarse de él.
Con la orca merodeando por la costa, la pesca empieza a escasear y debido al violento carácter del animal (que no duda en agujerear los barcos) los pescadores del pueblo se ven sin trabajo, de manera que presionan a Nolan para que acabe lo que empezó. En ese momento, Nolan siente miedo del animal, que no duda en quedarse mirándole desde la playa, pero también empieza a sentir pena por él, pues Nolan también perdió a su mujer e hijo años atrás debido a un accidente.
Nolan decide ignorar las presiones (y amenazas) de sus colegas y permanecer en tierra, pero la situación se vuelve insostenible cuando el animal destruya su casa y ataque a su tripulación.
Finalmente, Nolan asume que aunque no quiera tiene que hacer que el animal pare de acosarle y atacar a sus seres queridos y decide ir con su barco al mismo punto donde mató la orca embaraza para, por fin, tener el duelo final con su némesis.
No queda duda que esta película es un producto creado para intentar seguir la estela de Tiburón (1975) y obviamente queda muy lejos de la película de Spielberg. Sin embargo, sí que me parece mucho mejor que algunas de sus secuelas, como Tiburón 3 (1983) y Tiburón La venganza (1987). Curiosamente, esta última tiene una historia muy similar Orca: Ballena asesina.
Si en Tiburón teníamos tres protagonistas totalmente opuestos entre sí: Brody (un jefe de policía que se muda a una isla por el bienestar de su familia, pese a que tiene miedo al agua), Hooper (un chico de familia rica que ha estudiado en las mejores universidades y vivido entre algodones) y Quint (un marinero malhablado y solitario que guarda un enorme rencor hacia los tiburones) que finalmente dejaban sus diferencias de lado para colaborar, en Orca toda la trama se centra en Nolan, quien empieza la película siendo una especie de versión light de Quint (malhablado, prepotente), pero que, tras ver a las Orcas en acción, decide acudir a una profesional para aprender sobre ellos (y ahí va la pequeña pizca de Hooper) para finalmente irse “despellejando” capa a capa ante la insólita situación que está viviendo, que además de afectar a sus seres queridos, ha hecho aflorar sus temores, hasta el punto de que no se atreve a ir a cazar al animal hasta que la situación es insostenible, pues al fin y al cabo es su responsabilidad (tal y como sucedía con Brody). Nolan va un paso más allá y llega al punto en el cual se duda de su cordura, no por el hecho de enfrentarse a la Orca, sino porque desde el principio parece claro que él sabe que no va a regresar de ese duelo.
Creo que Richard Harris hace un buen papel al mostrar a Nolan como un idiota en la primera parte de la película, para luego irlo humanizando conforme pasan las escenas. En otra película, el marinero habría ido a enfrentarse con la Orca a las primeras de cambio. Sin embargo, Nolan responde de una manera más creíble, ya que tras asumir la inverosímil situación que está viviendo, decide que no va a arriesgar su vida en un duelo que obviamente perdería.
También hay que dejar claro que, si la película depende de un personaje, es porque el resto son extremadamente simples e incluso ridículos (el nativo americano cumpliendo con todos los clichés posibles). He de admitir, sin embargo, que el “accidente” de Annie, me dolió en el alma.
Sin embargo, Nolan termina aceptando su responsabilidad, pero no por motivos de superación personal o por venganza, sino porque el resto del pueblo no permite que él o sus amigos tengan una vida normal, desde que el animal empieza a aparecer por los alrededores, ya que les ha espantado la pesca y ninguno de ellos puede ganarse la vida. Todo el pueblo considera que Nolan ha de jugarse su vida para enfrentar al animal, llegando al punto de amenazarle con hacerle daño a sus seres queridos, algo que terminará sucediendo pero a manos de la Orca. El hecho de tener a todo el pueblo en su contra y ceder ante la presión social (y los desagradables eventos provocados por el animal) me recuerda a la presión que tenía que soportar el jefe de policía Brody en Amity Island, pues él quería cerrar las playas, pero el alcalde y las personas influyentes del pueblo, no se lo permiten para no perder dinero.
En Tiburón era fácil posicionarse en el lugar de los protagonistas. En Orca es mucho más difícil tomar un bando. La película te posiciona del lado del animal (lo cual es interesante, aunque suene a ecologismo barato), y te mantiene en ese bando hasta la mitad, más o menos, cuando conocemos el pasado de Nolan (la pérdida de su mujer y futuro hijo) y la motivación económica que lo llevaba a cazar animales (pagar las deudas que tiene y que heredó con el barco de su difunto tío). Te hace sentir pena de él, ya que no solo admite su error inicial mostrando un lado humilde y sentimental, sino que carga con el desprecio de todos los pescadores y la muerte (o mutilación) de sus seres queridos. Cuando Nolan decide ir en busca de la Orca, asumiendo que será su último viaje en barco (no lo dice, pero se le nota) es muy difícil decidirse por un bando y creo que eso es genial.
He de admitir que la película no sólo se me ha hecho muy amena (pese a su simple trama), sino que me ha gustado más de lo esperado. Sin embargo, ha habido algunos momentos en los cuales creo que se les fue de las manos, y eso puede sacarte de la película de un tortazo. En la película asumimos que la Orca puede reconocer a Nolan y su barco, que es consciente que ese hombre ha matado a su familia y que busca venganza. Hasta ahí bien, es parte necesaria de la historia y me lo puedo creer. Sin embargo, cuando vemos que la orca es capaz de saber dónde vive Nolan, de derrumbar su casa e incluso provocar un incendio voluntario, creo que hemos cruzado la línea entre lo “poco creíble pero asumible” y lo “absurdo”. Curiosamente, la parte final de la película también muestra a la orca haciendo cosas que rozan mi límite de “credibilidad voluntaria”, pero lo del incendio me parece excesivamente absurdo y cómico a la vez.
También me gustaría mencionar que los efectos especiales son bastante buenos. La orca “falsa” está bien conseguida y las escenas de orcas reales sacadas de documentales o imágenes de archivo, así como las que se rodaron para la película usando una roca real, tienen la calidad suficiente como para ser disfrutadas.
Resumiendo, Orca, la ballena asesina no es tan mala como pensaba, incluso tiene cosas muy interesantes. Es de las copias de Tiburón más entretenidas que he visto y eso ya es mucho. Cualquier fan de la película de Spielberg puede pasar un buen rato con esta película, siempre y cuando asuman su premisa desde el principio.
Curiosidades sobre la película.
- Los datos que se dan sobre las orcas o son falsos o están exagerados, ni siquiera son ballenas, tal y como dice el título y repiten constantemente durante la película.
- Richard Harris hizo sus propias escenas de riesgo.
- Las orcas falsas creadas para la película fueron tan realistas que algunos animalistas las confundieron con orcas de verdad y hubo quejas durante el rodaje de la película.
- El tiburón de la primera escena fue capturado por el submarinista y experto en tiburones Ron Taylor, quien ya había trabajado con Steven Spielberg en Tiburón (1975).