Frankenstein o el moderno Prometeo es la obra más popular de Mary Shelley, pero como suele pasar, lo que hizo popular esta historia de terror no fue la novela en sí, sino las diversas adaptaciones a cine que surgieron de élla.
Lamentablemente, tal y como sucede con muchos libros, esas adaptaciones no solo no mostraban la totalidad de la historia, si no que ni lo intentaban, tomaban los conceptos más básicos (el Doctor y la criatura) y los usaban en diferentes historias que poco tenían que ver con lo visto en la novela de Shelley.
Es por ese motivo que si yo digo ahora que el monstruo de Frankenstein, es tremendamente ágil (capaz de trepar montañas sin dificultad alguna) e inteligente (capaz de hablar, escribir y razonar como cualquier otra persona) la mayoría de lectores pensaran “¿en serio?” y es que la criatura que fue llevada al cine carecía de esas cualidades en prácticamente todas las películas, mostrándose como un personaje lento, torpe y de escaso raciocinio.
Lo mismo pasa con el motivo de su crueldad, el monstruo no es malvado por su cerebro (que en algunas películas es el de un criminal) si no por la soledad a la que se ve expuesto por su condición “muerto viviente”, su terrible y deformado aspecto físico que atemoriza a quien lo ve y la falta de amor, tutela y comprensión que no quiso brindarle su creador.
FRANKENSTEIN: DOCTOR Y MONSTRUO
Aunque supongo que todo el mundo sabe que Frankenstein es el apellido del doctor que creó al monstruo, y que la criatura en sí, no posee ningún nombre propio, he pensado que no está de más comentarlo ahora. Esta aclaración es necesaria debido a que en muchas películas se ha usado el nombre de Frankenstein para hacer referencia al monstruo y esto puede provocar confusiones innecesarias.
FRANKENSTEIN SEGÚN LA UNIVERSAL
El Frankenstein de la Universal es considerado de manera general como el primer Frankenstein de cine. Esta denominación es totalmente engañosa y falsa, pues existen versiones anteriores, como por ejemplo el corto de 1910 dirigido por J. Searle Dawley.
Sin embargo, no se puede negar que la versión de la Universal fue la que catapultó el nombre de Frankenstein a la fama, condenando al olvido todos los intentos anteriores por representar la obra de Shelley.
Universal consiguió un éxito enorme con Drácula (1931) interpretado por Bela Lugosi, actor que gozó de enorme fama por ese papel y se volvió el emblema de la compañía en aquella época. Los años siguientes, Universal continuó utilizando monstruos para sus películas, convirtiendo en clásicos a personajes como la Criatura de la Laguna Negra o el Hombre Lobo.
Frankenstein fue el segundo gran éxito de la compañía en su «etapa monstruosa”. El papel le fue ofrecido a Bela Lugosi, que lo rechazó debido a que él no quería quedar cubierto por capas de maquillaje que lo dejasen irreconocible, y tampoco quería representar a un personaje que solo gruñía, fue entonces cuando el papel terminó en manos de Boris Karloff, que nos trajo la representación más imitada y reconocible del monstruo que ha habido jamás.
La primera película llamada simplemente Frankenstein (1931) se basaba vagamente en el libro, tomando solo los hechos más básicos y situándolos en una historia sencilla que duraba unos 60 minutos. Pese a no representar las situaciones que acontecían en el libro, ni respetar a los personajes (llegando a cambiar el nombre de algunos de los principales) ni hacer una representación fidedigna del monstruo (que ahora era lento, torpe y no demasiado inteligente) la película fue un éxito rotundo y sembró la semilla de la que germinarían prácticamente todas las versiones posteriores.
En la obra de Mary Shelley se obviaban cosas tan importantes como el aspecto del monstruo (del cual solo conocíamos algunos detalles) o el proceso de creación de éste, así que al hacer la película tuvieron que inventarse las escenas que pasarían a la posteridad: el robo de cadáveres, la introducción del cerebro, la manera de transmitir la chispa de la vida y la mítica frase de “¡Esta vivo! ¡Vivo!” Del célebre Doctor Frankenstein al ver su obra completada.
La película fue un éxito rotundo y tuvo su primera continuación con La Novia de Frankenstein (1935) donde se usaba y expandía un concepto que aparecía en el libro original (la creación de una pareja para el monstruo, con el fin de que dejase de estar solo, y por lo tanto de ser malvado). Esta segunda película también representó al monstruo de manera más fidedigna, pues por fin puede hablar y llega a demostrar que lo que realmente vuelve malvado a uno es la soledad y la crueldad, cosa que se retrataba concienzudamente en la obra de Shelley.
Pese al grandioso final de esta película, la saga de Frankenstein tuvo otra continuación unos años más tarde. El Hijo de Frankenstein (1939) nos narraba una historia totalmente original que sucedía unas décadas después del film original, además se introducían personajes nuevos como el hijo del Dr. Frankenstein o un antiguo ayudante de su padre llamado Ygor (interpretado por Bela Lugosi). Esta película cerraba la trilogía, y fue la última vez que Boris Karloff interpretó al monstruo.
Pese a la marcha de la estrella principal, la saga continuó, con películas como Ghost of Frankenstein (1942) donde el demente Ygor pretende trasplantar su cerebro al cuerpo del monstruo para poder ser prácticamente inmortal o Frankenstein Meets the Wolf-Man (1943), un cruce entre películas bastante curioso, pues resulta ser una secuela de The Wolf-Man (1941) y de la película anterior, Ghost of Frankenstein (1942), como delata el hecho de que el monstruo esté ciego. En esta película vemos como Bela Lugosi interpreta finalmente el papel que rechazó años atrás.
Tras esa película, los cruces entre personajes se volvieron una constante, dando como resultado películas tan particulares como House of Frankenstein en 1944 (que fue conocida en España bajo el extraño pero acertado nombre de La Zíngara y los monstruos) o House of Dracula, al año siguiente. Esta masificación de monstruos era tremendamente llamativa, pero las películas se habían alejado tanto de su seriedad inicial que casi no sorprende que las últimas películas sean comedias como Abbot and Costello Meet Frankenstein en 1948.
FRANKENSTEIN SEGÚN HAMMER
Hammer Productions fue la sucesora espiritual de Universal en lo que se refiere a llevar a monstruos clásicos a la gran pantalla, pues la productora inglesa nos volvió a traer historias centradas en Drácula, la Momia o el monstruo de Frankenstein, con la novedad añadida de que eran películas a color.
En lo que refiere a Frankenstein, Hammer produjo un total de siete películas, con la particularidad de que estas están centradas en el doctor y no en la criatura, como pasaba con los films de Universal.
La primera película de esta etapa fue The Curse of Frankenstein en 1957, donde recurrieron al tándem formado por Peter Cushing (como Doctor Frankenstein) y Christopher Lee (como el monstruo). Esta pareja de actores son los más recordados de las películas de terror de la Hammer, ya que aparecieron juntos en muchas de ellas, interpretando Cushing al protagonista humano y Lee al malvado monstruo.
The Curse of Frankenstein nos narra la historia de la creación del monstruo a través de las palabras del propio Doctor, que se encuentra prisionero en una celda, a punto de ser condenado a muerte. La historia de la pelicula se vuelve a alejar de lo visto en la novela original, y el personaje del Doctor Frankenstein se muestra más decidido e implacable que nunca a terminar sus experimentos al precio que sea. El monstruo tiene un papel relativamente secundario, y su aspecto no tiene nada que ver con el icónico monstruo que interpretó Karloff, pues la Universal no lo permitió.
Un año más tarde llegó la secuela: The Revenge of Frankenstein, donde el Doctor evitaba su pena de muerte y continuaba con su terrible obsesión de llegar donde nadie ha llegado en lo que se refiere a la vida y la muerte, así como de reinventar la medicina moderna. Esta vez actuando en un hospital de pobres y bajo el nombre de Dr Stein.
En 1964 llega el tercer film del personaje, Evil of Frankenstein, que rompe la continuidad con los anteriores, pues nos vuelve a contar la historia de cómo el Doctor Frankenstein creó a su criatura, pero con muchísimas diferencias de lo visto en The Curse of Frankenstein, siendo una de las más notables que ahora el monstruo si se parece ligeramente al Frankenstein de la Universal, pues al parecer la película fue una especie de colaboración de ambas.
La saga continuó con películas que tomaban direcciones totalmente opuestas, como Frankenstein Created Woman (1964), donde se exploraban temas como el alma humana y su transferencia de un cuerpo a otro y Frankenstein Must Be Destroyed (1969) donde se recurría a experimentos similares a los vistos en las primeras películas, además de mostrar la evolución del Doctor que parece crecer en conocimientos y crueldad en proporciones iguales.
Y llegamos a Frankenstein And The Monster From Hell (1974), último film donde Cushing interpretará al doctor, que suma casi todo lo visto en las películas anteriores para darnos un film de atmósfera sucia y deprimente, donde Frankenstein practica experimentos con los pacientes de un psiquiátrico, para crear un ser humano definitivo al precio que sea. Como curiosidad decir, que en este film, la creación de Frankenstein está interpretada por David Prowse, actor que interpretaría años más tarde a Darth Vader en Star Wars, donde casualmente también aparecía Peter Cushing interpretando al Gobernador Tarkin.
Además de estos films, existe otro llamado The Horror of Frankenstein (1970) donde se vuelve a centrar la trama en la creación del monstruo, pero esta película no tiene relación directa con las anteriores.
MARY SHELLEY’S FRANKENSTEIN (1994)
Cuando una película incluye el nombre del autor de la obra original en el título, significa que la historia tendrá que ver con el libro. O al menos eso es lo que pretendían hacer con esta película, donde el monstruo fue interpretado por Robert De Niro, hecho que ayudó a que el personaje transmitiese sus emociones al espectador mediante sus diálogos.
Aunque es indiscutible que esta película se basó en el libro de manera casi total, no se puede negar que hay una gran influencia de las películas de la Universal y la Hammer en ella, como el proceso de creación del monstruo o algunas de las sorpresas de la parte final del filme.
En cualquier caso, es una película muy recomendable para todos aquellos que quieran ver el libro llevado a la gran pantalla, o para los que no tengan ganas de leerlo y quieran ver alguna película que se parezca.
OTRAS PELÍCULAS RELACIONADAS CON FRANKENSTEIN
Además de las citadas, hay muchísimas películas que se basan de una manera u otra en la historia escrita por Shelley. Tan alto es el número que me sería imposible enumerarlas todas, sin embargo me veo con la “obligación moral” de comentar brevemente las siguientes, que ofrecen una visión totalmente distinta del monstruo y su concepto.
Young Frankenstein/ El jovencito Frankenstein (1974)
Esta divertida comedia dirigida por Mel Brooks es una parodia perfecta de las tres primeras películas que le dedicó la Universal al monstruo, hasta el punto de que se rodó en blanco y negro en homenaje a dichos largometrajes.
La historia narra como Fredderick Frankenstein viaja hasta la casa que ha heredado de su abuelo, donde continuará con los experimentos que marcaron negativamente el nombre de su familia en el pasado, con divertidas consecuencias.
Frankenstein Conquers The World (1965)
Si lo miramos de manera general, no hay nada que conecte las películas japonesas de monstruos gigantes con la obra de Mary Shelley. Sin embargo, si nos ponemos a indagar un poco más nos encontraremos con conexiones casuales, como que algunas películas de Godzilla fueron renombradas en Alemania bajo el nombre de Frankenstein, y con otras conexiones no tan casuales, ya que en King Kong Vs. Godzilla (1962) se usaron algunos conceptos derivados de Frankenstein, como que King Kong se volviese más fuerte con la electricidad o que un rayo sea el responsable de su milagrosa recuperación (o resurrección) tras haber sido vencido por Godzilla.
Todas estas sutilezas quedaron en segundo plano cuando en 1965 Ishiro Honda llevó al cine la hilarante historia un monstruo de Frankenstein gigante, con dinosaurios y nazis de por medio. Toda una mezcla de conceptos que da como resultado una película extraña, pero entretenida.
The Rocky Horror Picture Show (1975)
Rocky Horror es un alocado musical que homenajea muchas películas de ciencia ficción y terror desde el primer minuto hasta el último. Su historia es la típica en la que una pareja de novios hacen un viaje y pinchan la rueda de su coche durante una tormenta, con lo cual se refugian en un castillo cercano, donde conocerán al Dr Frank N Furter (Tim Curry) que ha creado un monstruo de Frankenstein propio (que es un tipo rubio y cachas) con intenciones bastante… peculiares.
EL LEGADO DEL MONSTRUO
Al igual que ha pasado con muchos personajes literarios, el monstruo de Frankenstein ha sido asimilado por la cultura del entretenimiento de manera total y absoluta, inspirando personajes para un sinfín de películas, videojuegos y cómics de la más diversa índole.
El monstruo de Frankenstein fue la semilla de la cual surgieron personajes como Herman Munster (The Munsters) Lurch (el mayordomo de la Familia Addams), Número 08 (Dragon Ball) Frank Frankenstone (En los Picapiedra), Franky (One Piece) FrankenCastle (la versión monstruosa de The Punisher) Hulk (cuyo aspecto original era muy similar al monstruo de la Universal) entre muchísimos otros personajes.