[Jugando a…] F-Zero 99

Plataforma
Switch, Switch 2
Desarrollador
Nintendo Software Technology
Genero
Carreras
Año
2023

F-Zero fue uno de los primeros juegos de lanzamiento de Super Nintendo, siendo la primera gran saga de carreras de Nintendo (años antes de que existiese Mario Kart). Su protagonista, Captain Falcon, fue diseñado con la idea de ser la mascota de Super Nintendo, y el desarrollo del propio juego, se hizo para poder mostrar las rotaciones de los circuitos, algo que iba a ser una de las marcas de identidad de Super Nintendo y que daba la sensación de dejar obsoletos los otros juegos de carreras donde solo veíamos curvas a la izquierda y a la derecha, sin ningún tipo de sensación de  giro por parte de nuestro vehículo.

Tras su lanzamiento se planteó la idea de una secuela que jamás se lanzó, pero sí que sirvió para crear una especie de continuación exclusiva para Japón, a la cual se accedía con el dispositivo de conexión por satélite de Super Famicom, el Satellaview. BS F-Zero Grand Prix, tuvo dos lanzamientos entre 1997 y 1998, cada uno con pistas nuevas y algunas rescatadas del juego original.

El siguiente juego se iba a lanzar para Virtual Boy, bajo el nombre de G-Zero (o Zero Racers), pero el fracaso de la consola virtual de Nintendo hizo que esa entrega no llegase a ver la luz.

Tras eso llegó la verdadera secuela, F-Zero X para Nintendo 64 (1998) donde se aumentó notablemente el número de naves en la carrera y se cambiaron algunas mecánicas que permanecerían fijas en la saga. En el año 2000 se lanzó un kit de expansión que incluía nuevas carreras y un editor de circuitos, pero de nuevo, fue lanzado exclusivamente en Japón, para el periférico 64 DD.

De aquí saltamos a F-Zero GX (Para Gamecube) y F-Zero AX (para Arcade), dos versiones de un mismo juego, desarrollado entre Sega y Nintendo, donde se elevó la calidad de la saga a un nuevo nivel en todos los sentidos posibles técnicamente hablando, dando un salto equivalente a lo visto entre la versión de Nintendo 64 y la de SNES.

Game Boy Advance fue la consola que más entregas tuvo de esta saga, pues para ella se lanzó F-Zero Maximum Velocity (2001), F-Zero GP Legend (2003) y F-Zero Climax (2004) siendo el último juego excluivo del mercado japonés.

Entre 1990 y 2004, esta saga tuvo 6 juegos principales, dos expansiones, una versión para Arcade y un juego cancelado. Todo ello nos llevaría a pensar que la salud de F-Zero era bastante buena popularmente hablando, pero tras el 2004, se hizo el silencio; no se anunciaban juegos  nuevos y ni siquiera habían rumores sobre ese tema. Poco a poco, esta saga solo era recordada por Nintendo para ser usada en otros juegos como Nintendo Land, Mario Kart 8 o Smash Bros.

En el año 2023 se obró un milagro, pues Nintendo se sacó de la chistera una nueva entrega de F-Zero, pero no fue exactamente lo que los fans de la saga esperaban tras casi 20 años de silencio, ya que Nintendo optó por lanzar un juego descargable totalmente gratuito, basado en  la versión de SNES, pero con el objetivo de ser un juego exclusivamente online y con el principal atractivo de poder jugar hasta con 99 corredores.

Admito que, cuando vi el lanzamiento de este juego, mis primeras impresiones no fueron muy buenas, ya que por mucho que me guste el primer F-Zero de Super Nintendo, el hecho de lanzar un juego en 2013 con ese aspecto, y encima solo funcional si jugamos contra otros jugadores, me pareció algo muy desafortunado.

Pero llegó el día en el que cual por fin pude probarlo y en ese momento me di cuenta de que había algo más bueno de lo que yo había imaginado (aunque sigue pareciéndome absurdo que solo se pueda jugar online). El juego toma como base la versión de 16 bits en casi todo (circuitos, naves, gráficos, músicas), pero añade una serie de cambios (necesarios) para hacerlo tremendamente interesante y adictivo.

Al empezar el juego, solo disponemos de los 4 vehículos originales de F-Zero (Blue Falcon, Fire Stringray, Wild Goose y Golden Fox) pero si jugamos lo suficiente podremos acceder a los que aparecieron en BS F-Zero (Blue Thunder, Luna Bomber, Green Amazone y Fire Scorpion). Cada uno tiene diferentes valores que hacen que valga la pena probarlas todas para ver cual se adapta a nuestra manera de jugar. Los controles del juego toman la base de la versión de Super Nintendo, pero añaden algunas cosas provenientes de sus secuelas. Podemos mover a la nave con el joystick o cruceta, con los botones L y R la nave girará en las curvas, con los gatillos haremos una taque giratorio para dañar a los rivales y con el botón A gastaremos parte de nuestra barra de energía para usar un turbo. Nada especialmente complicado, pero aun así, requiere cierta práctica para sobrevivir en los circuitos más complicados.

Los gráficos son obviamente los de Super Nintendo a mejor resolución, lo cual supongo que le resta mucho atractivo a los jugadores más jóvenes, pero para mí tiene cierto encanto (el poder de la nostalgia, supongo). Pese a ser extremadamente fiel al primer juego de la saga, se han incluido algunos elementos visuales para hacerlos algo más intensos e interesantes. El apartado gráfico de los menús también bebe totalmente del estilo del F-Zero original usando el estilo cómic que aparecía en la parte trasera de la caja del juego. Es posible que el apartado gráfico de F-Zero 99 os resulte anticuado (pues lo está) pero la sensación de velocidad sigue siendo su mejor punto a favor.

Uno de los nuevos añadidos es que, durante las carreras, veremos pequeñas esferas amarillas que aparecerán cuando varias naves chocan (o cuando golpeamos a las naves doradas). Estas esferas llenarán una barra amarilla que, cuando esté completa, nos dará acceso a Skyway, una carretera especial llena de turbos en la cual podremos correr durante un tiempo limitado, donde es posible recortar distancias sobre los otros corredores y sin sufrir los peligros que hay en los circuitos. Parece un añadido un tanto básico, pero la verdad es que es muy placentero lograr llenar la barra para acceder a Skyway y remontar una carrera que teníamos cuesta arriba. Otro añadido es que en algunas carreras se irán eliminando los corredores que vayan en la cola de la clasificación (de manera que tendremos que esforzarnos por salir de esas posiciones peligrosas).

Cada vez que entremos al juego veremos que nos ofrecen diferentes maneras de jugar, siendo la principal F-Zero 99 (carreras en un circuito con 99 corredores), pero también hay carreras por equipos (se suman los puntos de las naves del mismo bando), Grand Prix (varias carreras seguidas) y las carreras Pro (las que toman lugar en los circuitos más complejos).

También existen las carreras clásicas, que difieren notablemente del resto de modos, pues hay una serie de cambios importantes, como que el límite de corredores es de 20, que el Turbo funcione como en la versión de SNES (son limitados, obtenemos uno cada vez que demos una vuelta y no nos resta nada de la barra de energía) y que no podamos hacer el ataque giratorio para atacar a los rivales. En este modo también se elimina la posibilidad de usar la Skyway, pero sí se aplica la norma de que, durante la carrera, los que vayan últimos son eliminados automáticamente.

Los cambios que hay en las carreras clásicas parecen leves, pero nos obligan a cambiar totalmente nuestros hábitos conduciendo, pues eliminan notablemente el factor combativo que sí predomina en los otros modos, a favor de obligarnos a conducir de la manera más eficiente posible (cumpliendo así su función de parecerse al primer F-Zero).

Cada vez que compitamos en alguna carrera (sea del tipo que sea), desbloquearemos el circuito para el modo entrenamiento, el cual está dividido entre F-Zero 99, carreras espejo y carreras clásicas. Este es el único modo donde podemos jugar de manera individual, sin otros corredores que nos molesten, y la verdad es que vendrá muy bien para esos circuitos más enrevesados llenos de peligros (bombas, paneles que dañan a la nave, saltos arriesgados, imanes que modifican la nave) en los cuales las curvas cerradas son muy habituales.

Con la intención de que volvamos regularmente a jugar al juego y no lo dejemos aparcado, F-Zero 99 usa todos los recursos posibles para tratar de mantener al jugador enganchado, como el hecho de que cada vez que competimos podamos obtener puntos de experiencia para subir de nivel y con ello podamos personalizar nuestra nave (aspecto, color, detalles y hasta los efectos de color cuando atacamos o usamos el turbo), también podremos ir desbloqueando nuevos marcos, fondos e iconos para la tarjeta de presentación de nuestro vehículo y nuevos iconos que podremos usar antes y después de la carrera (los cuales están protagonizados por los pilotos de las naves).

Algunos de los elementos personalizables se obtienen mediante retos concretos (participar en un número específico de carreras de un estilo, hacer cierto número de ataques, obtener determinados puntos…etc), los cuales podremos consultar antes de jugar las carreras o en los menús de personalización.

Es loable el esfuerzo que se han tomado en añadir coleccionables y variantes de las carreras para ser un juego gratuito, pero claro, el mero hecho de que no podamos jugarlo si no tenemos contratado el servicio online sigue pareciéndome un movimiento tremendamente feo por parte de Nintendo.

En cualquier caso, si ya pagáis el internet de Switch o Switch 2 para jugar a otros juegos, recomiendo muchísimo que probéis F-Zero 99. Es muy divertido y nos ofrece carreras caóticas llenas de golpes y remontadas milagrosas, así como carreras clásicas donde el talento al volante es lo más importante. Yo no tenía grandes expectativas y la verdad es que me ha enganchado muchísimo. Me parece obligatorio para los fans de F-Zero y muy recomendable para cualquiera que disfrute de los juegos de carreras.

Teniendo en cuenta que es un juego gratuito (y, por lo tanto Nintendo, lo eliminará cuando le apetezca y será imposible volverlo a jugar) y que no parece que vayamos a tener una nueva entrega de F-Zero jamás, es un poco triste pensar que esta puede ser la carta de despedida de la saga de carreras futuristas de Nintendo. Aunque, si somos un positivos (y soñadores), también podemos considerar este juego como una “globo sonda” para probar nuevas ideas y, de paso, saber cuántos jugadores están todavía interesados el correr con el Capitán Falcon y sus rivales.

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