¡Vaya! Hace unos días acabé de pasar las últimas horas jugando The Mute House y, déjenme decirles, fue genial. Este juego me transportó directamente a mi adolescencia, cuando me pasaba noches enteras tratando de sobrevivir en la Mansión Spencer. Pero no se equivoquen, The Mute House no es un simple clon; es un juegazo por derecho propio que logra capturar la esencia del horror de supervivencia clásico mientras añade su propio sabor único.
Desde el momento en que tomé el control de Emily, una oficial de policía en busca de su hermana desaparecida, supe que estaba en algo especial. Los controles tanque, esos que tanto amamos y odiamos, están perfectamente implementados aquí. Cada paso que doy por los pasillos oscuros y estrechos de la mansión me hace sentir vulnerable, como si en cualquier momento algo pudiera saltar sobre mí.
La gestión del inventario es un desafío en sí mismo. A diferencia de otros juegos del género, aquí no hay cajas mágicamente conectadas. Cada estantería es un almacenamiento local, lo que significa que tengo que recordar dónde dejé cada objeto. Al principio, esto me pareció frustrante, pero rápidamente se convirtió en parte de la emoción. Cada decisión sobre qué llevar conmigo se sentía crucial, y terminé usando un casillero como el principal, y volviendo a él incontables veces.
El combate es intenso y desafiante. Mi pistola reglamentaria se sentía débil contra los zombis y monstruos mutados que acechan en cada esquina. Cuando finalmente conseguí la escopeta, sentí un alivio momentáneo, pero la escasez de munición me mantuvo constantemente al borde. Cada disparo cuenta, y a menudo me encontré debatiendo si enfrentar a un enemigo con la pistola, la escopeta, o intentar esquivarlo.
El problema se vuelve mayor cuando empiezas a ver que todo es muy escaso, incluyendo los objetos para restaurar tu salud, y cuando te das cuenta de que quizás desperdiciaste alguno por el camino y ya no hay vuelta atrás.
Lo que realmente me sorprendió fue la ausencia total de un mapa. Al principio, me sentí completamente perdido en esta mansión laberíntica. Pero con el tiempo, empecé a memorizar cada rincón, cada atajo. Es como si la mansión se convirtiera en un personaje más, y yo estuviera aprendiendo a leerla. Eso sí: no vayas a dejar pasar mucho tiempo entre sesiones o a ponerte a jugar otras cosas porque, cuando vuelvas a la mansión Foley, posiblemente no recuerdes para dónde tenías que ir.
Los puzles son otro punto destacado. Hay una mezcla perfecta de acertijos clásicos de búsqueda de llaves y uso de objetos, junto con algunos más elaborados que realmente ponen a prueba el ingenio. Uno de mis favoritos fue un puzle basado que me hizo sentir como un detective musical, interpretando una breve historia de manera que pudiese entender a qué teclas de un piano se refería cada personaje y tocarlas en el orden correcto.
La historia se desarrolla de una manera intrigante. Todo comienza con Amber, la hermana menor de Emily, perdiéndose en el bosque mientras regresaba de una noche de fiesta. La escena inicial es tensa, con Amber siendo perseguida por un «maníaco» y buscando refugio en una cabaña cerca de la misteriosa mansión. Cuando Emily llega una semana después para investigar la desaparición, se encuentra atrapada en un laberinto de horror.
A medida que avanzaba en el juego, cada nueva área que descubría me sorprendía. Desde el cementerio espeluznante hasta la siniestra casa de guardia, The Mute House te mantiene en vilo constantemente. La atmósfera es densa y opresiva, recordándome por qué me enamoré de este género en primer lugar.
Me impresionó cómo The Mute House logra sentirse tan pulido siendo el trabajo de prácticamente un solo desarrollador. El uso de assets de Unreal Engine está muy bien implementado, y se nota un profundo entendimiento de lo que hace que el género funcione.
A medida que avanzaba en la historia, me encontraba cada vez más inmerso en el misterio que rodea la desaparición de Amber. Cada nota que encuentro, cada pieza del rompecabezas que encaja, me acercaba un poco más a la verdad. Y déjenme decirles, las revelaciones son impactantes y, a la vez, muy del estilo de terror clásico. Podría ser una película de terror de los 80 perfectamente.
El diseño de niveles es otro aspecto que merece elogios. Si bien al principio la mansión puede parecer un homenaje directo a la Mansión Spencer, rápidamente desarrolla su propia identidad. Los pasillos serpenteantes, las habitaciones ocultas y los atajos que se van desbloqueando crean un sentido de progresión satisfactorio.
Una de las cosas que más me gustó es cómo el juego maneja la tensión. No hay momentos de respiro real; incluso cuando estoy resolviendo un puzle, siento que algo podría saltar sobre mí en cualquier momento. Solo puedes estar tranquilo en tus cuartos de salvado.
Los enemigos son variados y aterradores. Los zombis clásicos están presentes, por supuesto, pero también hay criaturas más exóticas que me han hecho saltar de mi asiento más de una vez. Cada encuentro se siente como una batalla por la supervivencia, especialmente cuando la munición escasea.
Hablando de escasez, la gestión de recursos es un aspecto crucial del juego. Cada sanguijuela, cada botiquín, cada bala, se siente como un tesoro. Pasé minutos enteros debatiendo si usar un ítem de curación ahora o guardarlo para más tarde, e incluso un par de horas jugando con mi personaje herido, solo por no gastar un botiquin innecesariamente (y lo bien que hice). Estas decisiones añaden una capa adicional de estrategia al juego que realmente aprecio.
La ausencia de un mapa, que al principio me pareció un desafío, se convirtió en una de mis características favoritas. Me obligó a prestar más atención a mi entorno, a memorizar rutas y a sentirme verdaderamente parte del mundo del juego. Es una decisión de diseño audaz que paga con creces en términos de inmersión.
A medida que me acercaba al final del juego, la tensión aumentaba. Cada nuevo descubrimiento sobre el destino de Amber me deja con más preguntas que respuestas. La narrativa se desarrolla de una manera que me recuerda a las buenas películas de terror psicológico, manteniendo un equilibrio perfecto entre revelar información y mantener el misterio.
El combate, aunque desafiante, nunca se siente injusto. Sí, los zombis pueden ser resistentes, especialmente al principio cuando solo tienes tu pistola. Pero esto solo hace que cada victoria se sienta más gratificante. Y cuando finalmente consigues la escopeta, se siente como una verdadera progresión. Los jefes son muy duros pero, nuevamente, el juego es justo. Solo recuerda salvar cada vez que puedas, para no tener que lamentarte si te encuentras a un jefe, mueres, y tienes que continuar desde muy atrás.
Una cosa que me sorprendió gratamente es la calidad del audio. La música de fondo es sutil pero efectiva, aumentando la tensión en los momentos clave sin ser intrusiva. Los efectos de sonido son igualmente impresionantes, desde los gemidos de los zombis hasta el eco de mis pasos en los pasillos vacíos. Todo contribuye a crear una atmósfera verdaderamente inmersiva. El sonido del viento en exteriores, o escuchar música a través de las paredes de una habitación, o estar en la oscuridad y solo escuchar a alguien respirando… Uf, está lleno de momentos donde el sonido es protagonista.
A medida que me acercaba al clímax de la historia, no pude evitar reflexionar sobre lo bien que The Mute House captura la esencia de los juegos de terror de supervivencia clásicos. No es solo una imitación; es una evolución del género que respeta sus raíces mientras añade sus propias ideas frescas.
En resumen, The Mute House es un triunfo del género de terror de supervivencia. Es un juego que no solo rinde homenaje a los clásicos, sino que se gana un lugar entre ellos por derecho propio. Con su atmósfera opresiva, sus puzles ingeniosos y su narrativa cautivadora, es una experiencia que todo fan del género debería vivir.
Si eres alguien que creció con los primeros juegos de Resident Evil, o simplemente alguien que aprecia un buen juego de terror, The Mute House es imprescindible. Te transportará a una época en la que cada puerta cerrada era un misterio, cada sombra ocultaba un peligro potencial, y cada bala era un tesoro precioso.
The Mute House te está esperando, ¿te atreves a entrar?
