El increíble hombre menguante (The Incredible Shrinking Man) es una película americana de los años 50. Esto significa que nos encontramos ante una película que de una manera u otra tocará el tema de la energía nuclear y sus consecuencias. Muchas son las películas de la época que la usan para explicar hechos inverosímiles y justificar mutaciones horrendas que amenazan a la sociedad. Afortunadamente, esta película enfoca ese tópico en una dirección totalmente opuesta, haciéndola mucho más interesante de lo que pueda parecer en un principio.
La historia comienza cuando Scott Carey (Grant Williams) y su mujer Louise (Randy Stuart) están de vacaciones un pequeño barco. Todo parece perfecto hasta que en un momento dado el barco se ve alcanzado por una extraña neblina estando nuestro protagonista en cubierta, totalmente expuesto a ella.
Tras pasar unos meses, Scott empieza a notar que pierde peso y que la ropa le va cada vez más grande, pero ni su mujer, ni los médicos le toman demasiado en serio. Lamentablemente para Scott, el proceso se acelera dejándolo de la altura de un niño.
Llegado este momento, y pese a presentarse a una decena de pruebas médicas sin ningún resultado que lo devuelva a su estatura normal, Scott va cayendo en una fuerte depresión que se ve amplificada por los hechos, pues no solo pierde su trabajo y se ve como un inútil en su propio hogar, si no que decenas de periodistas lo acechan para tener una foto suya, motivo por el cual él y su mujer deciden irse a vivir a otro lugar.
Sin embargo mientras su mujer no está en casa, el pequeño Scott (que ahora vive en una casa de muñecas) verá como su vida da un giro todavía más inesperado, tras ser atacado por su propio gato, que lo hiere superficialmente y le hace terminar en el sótano de la casa por accidente, de manera que se ve atrapado en un nuevo hábitat, sin comida, bebida, refugio y con un nuevo enemigo a batir.
En ese momento, es cuando Scott se da cuenta que su manera de pensar como hombre civilizado no le ofrece ninguna ventaja para la supervivencia en su situación actual y tendrá que demostrar hasta qué punto desea vivir, al coste que sea, ofreciéndonos una intensa parte final y una conclusión digna de aplauso.
Teniendo en cuenta que nuestro protagonista encoge y se enfrentará a peligros de mayor tamaño que él, más de uno pensará que lo más importante de la película son sus efectos especiales, que han envejecido sorprendentemente bien, lo cual es mucho decir teniendo en cuenta que han pasado mas de 50 años y esta clase de películas no contaban con un gran presupuesto.
Sin embargo, desde mi punto de vista, lo más importante de la película es que consigue mostrar de manera creíble las diferentes etapas mentales por las que pasa Scott al ir menguando de tamaño, podemos ver su confusión inicial, su frustración, su resignación y finalmente su determinación ante la situación en la que se encuentra.
Aunque no quiero quitarle mérito al director, creo que está muy claro que gran parte del mérito de esta obra corresponde al guionista, Richard Matheson, quien a su vez es el autor de la novela en la que se inspira esta película (The Shrinking Man), no siendo esta la única vez que ha colaborado en adaptar un relato suyo, pues también fue guionista de la primera película de Spielberg: Duel (conocida en España como El diablo sobre ruedas) y en la adaptación al cine en 1964 de su obra más conocida: Soy Leyenda.
Unos datos curiosos del film:
- Matheson se planteó hacer una continuación de la historia donde la protagonista seria la mujer de Scott, el título provisional era The Fantastic Little Girl.
- En el año 2009, la Librería del Congreso norteamericano seleccionó esta película para preservarla como parte del patrimonio cinematográfico nacional.
- Joel Schumacher (director de films tan desastrosos como Batman y Robin) hizo una versión propia de esta película en 1981, donde el protagonista era una mujer. ¿El título? La increíble mujer menguante.