[Análisis] Sky Oceans: Wings for Hire – Una travesía aérea con regusto a JRPG

Fecha de lanzamiento
10/10/2024
Plataforma
PC (Steam)
Desarrollador
Octeto Studios
Nuestra puntuación
2

Los RPG tienen larga data en Occidente. Desde los primeros juegos de mesa de mediados de los setenta con tablero, lápiz, papel y dados (Dungeons & Dragons), el género fue evolucionando, apareciendo junto a éstos sus homólogos en videojuegos. Esa fama atravesó fronteras, llegando al Extremo Oriente, siendo Japón su foco inicial.

El camino inverso, no obstante, fue algo más tortuoso. Las versiones japonesas de ese género, conocidas como JRPG, no cuajaron inmediatamente en tierras occidentales. Chrono Trigger, Dragon Quest, Final Fantasy… Todas esas sagas legendarias tardaron en asentarse, pero, cuando lo hicieron, crearon una base de fans muy fiel, hasta el punto de dejar su huella en la cultura popular. Y de esa influencia nació un juego como Sky Oceans: Wings for Hire.

Desarrollado por Octeto Studios y distribuido por PQube para múltiples plataformas (PS5, Xbox Series X/S, Switch y PC, siendo este último donde lo jugué), hay en él no pocos rasgos de ese género. Y es que, pese a que hay quienes creen que no debe hablarse de JRPG sino de RPG a secas, lo cierto es que tiene una serie de elementos que se suelen repetir. Esto incluye desde la estética anime a ciertos tópicos narrativos, como veremos.

No faltan los tutoriales de cada nueva modalidad del gameplay.

El misterio de los Windwalker

Sky Oceans: Wings for Hire debe su nombre al extraño mundo en el que se desarrolla la acción. Uno que es muy distinto al que conocemos. En él, la tierra firme propiamente dicha no existe. En su lugar, la humanidad vive desperdigada en islas flotantes que salpican un basto mar de nubes. Así, la única forma de comunicarse entre poblaciones es con vehículos aéreos, pero muros de viento que cortan el paso hacen que resulte aún más difícil la tarea.

Es en este contexto en el que vive Glenn, el protagonista de la historia. Se trata de un joven oriundo el pueblo de Blossom, nacido en el seno de los Windwalker, la cual destaca por ser pilotos consumados. Su determinación de convertirse en uno se reforzó cuando perdió a su padre durante una misión, tal como se lo comunicó su desconsolada madre a su regreso.

En los primeros compases de juego, conoceremos también a otros personajes como Fio, una chica seria y bajita que es su mejor amiga, además de Ren y Mica, también aspirantes a piloto de jet. Los cuatro afrontan con éxito el examen final impuesto por su maestra Atenea y la veterana Mira, pero poco después se precipitarán los acontecimientos. La incursión de la Alianza al pacífico pueblo, la cual parece buscar un secreto en posesión de la familia de Glenn, forzará a éste a huir junto a su madre. La aventura sólo acaba de comenzar.

La invasión de Blossom por parte de la Alianza obligará a Glenn a huir.

Un basto basto escenario relativamente vacío

A la luz de lo que la premisa plantea, parte de nuestra partida en Sky Oceans: Wings for Hire la pasaremos surcando los cielos. Tan pronto como poseamos un buque aéreo (que hace las veces de “nave nodriza», pues desde ahí parten nuestros jets individuales) iremos de una isla a otra en función de lo que la historia vaya indicando. En un principio, únicamente podremos movernos por el mismo estrato aéreo, buscando los respectivos vórtices por donde podremos pasar de un lado del muro de aire a otro. Más adelante, también podremos descender al nivel inferior (donde el magma de la superficie del planeta ha vuelto el aire muy caliente) y al superior (helado, al estar en la estratosfera).

Repartido por el mapeado, existen dos tipos de escenarios. Unos son poblaciones donde, con nuestro protagonista y otro compañero a nuestra elección (salvo que la trama nos lo imponga), podremos explorar, hablar con NPCs, aceptar misiones secundarias, comprar, etc.

Los poblados los recorreremos a pie.

El otro tipo de escenario corresponde, esencialmente, a las áreas de caza y las mazmorras. En tal caso manejaremos uno de los cuatro jets que, como máximo, llevaremos al mismo (y cuyo control alternaremos con la tecla Q. Con el botón izquierdo del ratón dispararemos a enemigos, cofres, etc., mientras que el derecho activa la habilidad única del piloto (por ejemplo, la grúa de Mira permite transportar baterías a fuentes de energía en la primera mazmorra, hace que el jet de Fio sea mucho más veloz o rastrea enemigos a más distancia, en el caso de Glenn). Es en estos escenarios donde se desarrollan los combates de jets, como veremos más adelante.

El mundo abierto es enorme. Más aún si tenemos en cuenta el factor vertical. Por desgracia, da la sensación de estar muy vacío. Las islas visitables son escasas, y, salvo buques pirata enemigos y comerciantes aquí y allá, no hay mucho que nos incentive a recorrerlo, más allá de ir del punto A al punto B. Además, el control de cámara y apuntado son terriblemente imprecisos, lo cual arruina la inmersión.

El jet de cada piloto tiene una funcionalidad única (aunque la de Mira no volverá a ser vital).

Combates por turnos a la vieja escuela con alguna particularidad

Comentaba en el apartado anterior que los espacios en los que volamos con nuestros jets son donde entablamos combates con los enemigos. Éstos suelen presentarse en grupos de dos a cuatro, y comenzarán cuando se acerquen a nosotros. Si les disparamos, antes de que eso suceda, podremos atacar en primer lugar (el apuntado es automático, como si supiesen que sus controles imposibilitan apuntar en condiciones).

Y es que, en efecto, los combates siguen el clásico sistema de turnos. El orden de ataque de cada personaje dependerá de su velocidad en relación a los demás. En el caso de Sky Oceans: Wings for Hire, por un lado están los ataques normales (cuyo daño depende del arma que tengamos equipada) y, por otro, las artes que dependen de los Cristales Aerius, las cuales gastan Puntos de Aerius. Las hay de distintos elementos: fuego, hielo, trueno, viento, oscuridad y luz, y éstas a su vez se subdividen en tres clases diferentes por naturaleza y potencia, las cuales cuentan también tienen sus propias divisiones. Esto hace que el abanico de movimientos sea muy variado, si bien se repiten en varios pilotos.

Cada piloto tiene dos artes aerius ordenadas de menor a mayor poder, así como habilidades únicas.

Los ataques ofensivos frecuentemente cuentan con efectos secundarios como daño progresivo (quemadura o sangrado, por ejemplo), la reducción de ciertas estadísticas de combate o hacer vulnerable a ciertos elementos. Otros son de apoyo, como sanación, aumento de velocidad o barrera, entre otros (en concreto, tienen esa naturaleza los de viento y luz). Los más potentes (en particular, las habilidades únicas que se desbloquean más adelante) pueden proporcionar hasta dos ventajas simultáneas).

Por último, podemos seleccionar Evadir para no recibir daño del rival, si bien sólo puede ejecutarse por dos turnos consecutivos. Los combates nos aportarán puntos de experiencia para subir nivel, además de dinero y/o objetos.

Si vemos que seremos blanco de enemigos en el siguiente turno, podemos elegir evadir.

La unión hace la fuerza

Con el buque no sólo viajamos por el mapeado de Sky Oceans: Wings for Hire. Con la tecla i, podremos movernos por su interior y, conforme nuestra tripulación vaya aumentando con el desarrollo de la trama, también lo harán las prestaciones del mismo. Así, entre los más importantes, tendremos un comedor, una enfermería, servicio de hangar e ingeniería.

En el salón, uno de los personajes se encargará de preparar distintos platos en función de las recetas que hayamos comprado. Esto proporcionará mejoras temporales durante un cierto número de batallas (resistencia al fuego, por ejemplo). Eso sí, hay que andarse con ojo, puesto que en algunos personajes provocará efectos negativos, además de un empeoramiento de las relaciones con Glenn si el ingrediente principal no le gusta. Precisamente, un segundo personaje, dentro de ese mismo salón, veremos la evolución del vínculo con cada uno de los personajes y entre ellos. A cambio de puntos de liderazgo, podremos hablar con ellos para saber qué se cuentan.

No todos los personajes saldrán beneficiados con los platos.

En la enfermería está uno de los aspectos que me parecen más interesantes. El número de batallas afecta a la psique del personaje hasta dejarle agotado. Además, ciertos ataques enemigos producen efectos que perduran tras los combates. Por eso necesitamos darles descanso en la enfermería. Además, podremos comprar un cierto número de objetos curativos si adquirimos de los mercaderes la receta correspondiente.

El servicio de hangar equipa los jets con las piezas que hayamos adquirido: armadura, instrumento, estructura, motor y arma. Esto modifica las estadísticas del personaje, que son velocidad, ataque físico, defensa física, artes aerius, defensa aerius, durabilidad, evasión, precisión y almacenamiento. También podremos desbloquear nuevas artes.

Por lo que respecta a ingeniería, uno de los personajes desbloqueará nuevas artes a con puntos de tecnología obtenidos en las batallas con el buque (el cual sigue el mismo sistema que las de los jets salvo por las recompensas). Otro será el encargado de mejorar las cuatro partes del buque (puente, cubierta, armamento y motor) y de reparar y restaurar los puntos de arte aerius.

En el salón también podremos revisar el estado de las relaciones entre los miembros de la tripulación.

Navegando en un océano de limitaciones técnicas

Que Sky Oceans: Wings for Hire es un juego de bajo presupuesto es un hecho que salta a la vista, aunque hay que reconocer que ha sabido hacer de la necesidad virtud. Las texturas son planas y los diseños, toscos, pero esto ha sido compensado con un estilo gráfico que no requiere grandes alardes técnicos. El estilo dibujístico tan propio de los JRPG ha sido adaptado a un estilo que bebe del estado actual del cartoon norteamericano (si bien Octeto Studios tiene su sede en Santiago de Chile), aunque con variantes. En el diseño de los personajes predominan los ojos almendrados y rostros angulosos, pero su rasgo más distintivo es su nariz roja y triangular. A mí, personalmente, no me gusta, pero hay que reconocer que le otorga cierta entidad propia en lugar de un mero calco de sus homólogos japoneses.

El estilo cómic también busca compensar la absoluta carencia de cinemáticas reales (salvo en la intro). En momentos importantes de la historia se nos desplegarán imágenes a pantalla partida, a modo de viñetas. En el caso de la primera aparición de nuevas incorporaciones a nuestra tripulación, se mostrarán a pantalla completa con pequeñísimas animaciones. El resto del tiempo, tendremos cuadros de diálogo acompañados de retratos de busto (sólo para los personajes principales, eso sí), que irán cambiado de expresión para compensar los inamovibles rostros de sus equivalentes en los escenarios.

A falta de cinemáticas, viñetas al estilo cómic (muy de vez en cuando).

Esta parquedad se extiende al apartado sonoro. Los temas musicales encajan bien con lo que vemos en pantalla, pero su variedad es relativamente escasa y pueden llegar a cansar. Por lo que respecta a los efectos sonoros, aunque cumplen en la mayoría de los casos, en ocasiones son inapropiados (por ejemplo, sonido metálico cuando caminamos sobre el suelo cubierto de nieve).

Un juego que necesita más parches que un local de arreglos de ropa

La falta de un testeo adecuado se ha convertido en un vicio de la industria en los últimos tiempos, mal acostumbrados a los parches sacados a posteriori gracias a Internet. Este mal afecta incluso a títulos triple A como Cyperpunk 2077, y hace que a los usuarios más fieles que deciden comprarse el juego de salida se vean castigados en lugar de premiados.

Como habréis podido adivinar, Sky Oceans: Wings for Hire tampoco está exento de ello. Podemos encontrar bugs por absolutamente todas partes: navegación en el menú y la interfaz del juego, cámara, combates (algunos sistemáticos como falta de barra de vida d ellos enemigos durante los ataques y otros puntales como fondos que cambian de color) y efectos sonoros. También hubo una vez en la que tuve que salir y volver a entrar a la partida porque al juego no le daba la gana dejarme avanzar en una misión secundaria pese a haber cumplido los requisitos de la misma.

En un momento dado, subí al nivel máximo en cuestión de unos pocos combates.

Pero el mayor de todos los bugs, capaz de destrozar la experiencia de juego de todo RPG, me sucedió en el área de caza de la altitud superior. Allí, los cuatro personajes que manejaba en ese momento subieron en cosa de cinco o seis combates de poco más del nivel 40 al nivel 99 (es decir, el máximo posible). Si no tuviese que analizar este título, lo habría dejado de lado en ese mismo instante, pues el sistema de juego quedó con ello completamente roto.

Sky Oceans también adolece de otros problemas que no sé si son achacables a bugs o es que no supieron qué hacer con las opciones tan interesantes arriba citadas. La sección de reparación y recuperación de vida y puntos aerius del buque a cambio de piezas que obtenemos de misiones existe porque éste, a diferencia de los jets, no recupera vida y puntos aerius tras la batalla. Hasta ahí, bien, si no fuese porque basta con entrar en dicho buque y volver a salir para que se restaure, haciendo esa opción inútil.

¿De qué sirve tener un servicio de reparación del buque aéreo si es absolutamente innecesario?

Buenas ideas, pero mucho por mejorar

Como hemos visto, Sky Oceans: Wings for Hire tiene detalles dignos de interés. El concepto de un mundo aéreo por explorar es muy sugerente (aunque no novedoso, pues ya se vio en Skies of Arcadia). Los combates por turnos que suceden entre medias, eso sí, puede ser del gustar a todos. En todo caso, sigue siendo uno de las variantes de combates RPG más tácticas que existen. Además, los escenarios incluyen una serie de desafíos, por lo que no toda la experiencia jugable se basa en ellos.

A nivel técnico, como también he comentado, muchas carencias han sido suplidas con un estilo cómic bastante resultón, tanto en la emulación de viñetas como en el propio diseño de los personajes. Puede convencer más o menos, pero, en conjunción con ciertos tópicos narrativos, le confiere un aire de JRPG al estilo occidental.

Pese a lo minimalista de sus animaciones, han logrado darle un efecto visual relativamente dinámico.

Por desgracia, mientras lo jugaba me daba la sensación de estar más ante un título en una fase relativamente temprana de su desarrollo que uno de inminente lanzamiento. La imprecisión de la cámara y presencia de bugs, especialmente la completa ruptura del sistema de niveles, desmoronó la experiencia por completo. En el caso de los combates del buque, ese sistema estaba roto desde el principio, pues recibimos daño mínimo mientras tumbamos a casi todos los oponentes con un solo golpe de arte. Además, el basto cielo está relativamente vacío y las misiones secundarias son escasas y se repiten hasta en su nombre.

Por si fuera poco, muchas de sus propuestas interesantes se quedan a medio gas, ya sea porque pierden su razón de ser (como el mantenimiento del buque aéreo), su interfaz sea confusa o no esté muy claro su razón de ser. En la enfermería nunca sabemos en qué momento se van a curar nuestros personajes y la parte de la relación con éstos no parece traducirse en nada tangible.

¿Cuándo se recuperarán mis personajes? Nada lo indica (aunque así lo parezca, la barra azul tampoco).

Sky Oceans: Wings for Hire, en definitiva, tiene algunos fallos corregibles y otros que parecen tener un arreglo más complicado si no es con DLCs de por medio. Si al menos parchean los bugs, te sugeriría que le dieses una oportunidad si te gustan los RPGs. De lo contrario, mejor no gastes tu dinero en él.

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