Póster de Silent Hill f

[Análisis] Silent Hill f: El Terror Psicológico Regresa a Japón con una Niebla que Atrapa

Portada de Silent Hill f
Fecha de lanzamiento
25/09/2025
Desarrollador
NeoBards Entertainment
Género
Survival Horror
Plataformas
PC, PlayStation 5, Xbox Series X|S
Nuestra puntuación
8.5

Silent Hill f es un regreso que me golpeó fuerte, justo en ese lugar donde el terror psicológico cala hondo. Desde que jugué el primer Silent Hill, es una PC antigua, con esa versión rara emulada/exportada de PS1, siempre busqué juegos que den ese escalofrío único, y el anuncio de este título de Konami, desarrollado por NeoBards Entertainment y lanzado este pasado 25 de septiembre de 2025, me dejó expectante.

Ambientado en un Japón rural de los años 60, esta no es una secuela directa, sino una reinvención que trae de vuelta la niebla densa y esa paranoia que me desvelaba en los 90. No es perfecto, el arranque es algo lento, pero cuando toma ritmo, te atrapa como un yokai en la oscuridad. Si eres de los que sienten nostalgia por la radio crepitante de Silent Hill, este juego podría ser tu próxima obsesión.

La trama: Una niebla que devora un pueblo olvidado (sin spoilers)

La historia de Silent Hill f te lleva a Ebisugaoka, un pueblo costero japonés de los años 60, aislado y atrapado en tradiciones que parecen sacadas de un relato folclórico oscuro. Controlas a Shimizu Hinako, una joven que vuelve a casa tras un tiempo fuera, solo para encontrar que una niebla impenetrable convirtió el lugar en un laberinto de pesadillas. No voy a spoilear nada, pero la premisa te empuja a descubrir qué pasó con los vecinos mientras Hinako enfrenta recuerdos reprimidos y visiones que te hacen dudar de su cordura. Es una narrativa pausada, con capas de folklore japonés que enriquecen el terror psicológico clásico de la saga: dioses antiguos, culpas enterradas y la sensación de que el mal surge de adentro.

Lo que más me gustó fue cómo el escenario japonés refresca la fórmula. Olvídate de la niebla americana de Silent Hill 2; aquí, los cerezos en flor contrastan con horrores grotescos, creando una mezcla de belleza y podredumbre que te sacude. La historia se arma con notas, grabaciones y diálogos sutiles, dejando que tú conectes las piezas. Durante mi experiencia, pasé horas explorando rincones olvidados, sintiendo esa opresión de “algo me sigue” sin necesidad de sustos fáciles. Es una trama que premia la paciencia y te deja con preguntas que rondan días después, fiel al espíritu de Konami pero con un giro cultural fresco y perturbador.

Jugabilidad: Terror clásico con puzzles que te hacen pensar

En lo jugable, Silent Hill f es un survival horror en tercera persona que combina lo clásico con toques modernos, aunque me dejó con sensaciones mixtas. Nada de controles duros de antes; los movimientos son fluidos, con un combate que incluye ataques ligeros y pesados, un esquive para zafar y un sistema de resistencia que te obliga a pensar antes de enfrentar enemigos. Estos bichos, inspirados en yokai retorcidos, son de pesadilla, con movimientos raros que me hicieron morir más veces de las que quiero contar en pasajes estrechos (y se nota más aún llegando al final). El inventario limitado, con hierbas curativas y armas improvisadas, trae esa tensión de “¡corre o muere!” que tanto disfruté.

Los puzzles son el alma del juego y me encantaron. Están integrados al trasfondo, desde descifrar jeroglíficos basados en mitos locales hasta manipular mecanismos en casas abandonadas. Algunos me tuvieron un buen rato pensando, pero resolverlos fue pura satisfacción. El combate, eso sí, se siente algo torpe al principio –los golpes no siempre conectan bien–, y las 12-15 horas de duración pueden parecer cortas. Para mí, el balance funciona: no satura con acción, pero te mantiene alerta, y el modo New Game+ con dificultades ajustables da más vida al juego. Si jugaste los originales, notarás una evolución accesible que no pierde el filo.

Recomendación: al principio es normal que intentes pelear contra todo lo que te encuentres, pero considera simplemente esquivar y seguir de largo. Aquí no farmeas objetos de los enemigos y no sumas «experiencia» para subir niveles. Es mejor evitar los combates innecesarios y guardar tus escasos objetos de curación o armas para los combates inevitables más adelante en el juego.

Gráficos y atmósfera: Un Japón de los 60 que te envuelve y asfixia

Gráficamente, Silent Hill f es una joya que aprovecha la nueva generación. Corre a 4K/60fps con un Unreal Engine 5 que hace la niebla casi palpable y los paisajes rurales –casas de madera, acantilados brumosos– pura poesía oscura. El diseño artístico está muy bien: colores vivos en el “mundo real” que se pudren en tonos enfermizos en el “otro lado”, con detalles como pétalos en charcos de sangre que te erizan la piel. Los monstruos son lo mejor desde Silent Hill 3: deformes, orgánicos, con animaciones que parecen sacadas de un sueño febril.

La atmósfera es el verdadero terror. Ebisugaoka no es solo un lugar; es un ente que te ahoga con su aislamiento. La niebla corta la visibilidad, distorsiona sonidos y crea paranoia pura. Exploré callejones vacíos sintiendo algo pisándome los talones, y los cambios entre realidad y alucinación son fluidos, con un juego de luces y sombras que parece de película. Hubo algún problema de texturas en áreas abiertas y bugs menores al lanzamiento, corregidos el 28 de septiembre, pero no rompen la magia. Para mí, es el Silent Hill más inmersivo visualmente desde el remake de 2024, y el toque japonés lo lleva a otro nivel de inquietud.

Eso sí: en varios momentos no pude evitar sentir que tenía un estilo «demasiado anime», alejándose de lo «realista» que intentaron ser los demás de la saga. Ejemplo: el enmascarado que aparece, o la propia protagonista y sus compañeros. A veces parecen como «dibujos». No sé si me explico bien, pero espero que se entienda a qué voy. No está mal tampoco, pero sí que es algo distinto a lo que nos acostumbraron.

También sigue existiendo el problema del Unreal Engine 5: se ve increíble, especialmente cómo logra ambientaciones únicas gracias a su iluminación avanzada, pero sigue siendo demasiado «pesado» para mover y cuesta encontrar los ajustes perfectos para equilibrar lo visual y lo jugable. Y si necesitabas saberlo antes de decidirte: sí, Silent Hill f puede jugarse sin problemas en la ROG Ally X, ahí es donde yo mismo lo jugué.

Sonido y banda sonora: Yamaoka te arranca el alma otra vez

Akira Yamaoka en la banda sonora es como un maestro invocando demonios sonoros. Los temas industriales con toques folclóricos japoneses –gongs lejanos, lamentos suaves– se te meten en la cabeza, alternando entre minimalismo opresivo y crescendos que te aceleran el pulso. La música define momentos, como un piano solitario en una casa vacía que te hace dudar si estás solo. Los efectos de sonido son brutales: chapoteos en charcos, garras rozando madera, o una respiración que no sabes si es tuya o del enemigo. El doblaje en japonés es impecable, con matices que transmiten terror interno sin gritar.

Con un buen sistema de audio, la experiencia fue devastadora. Algunos podrían pedir más sonidos ambientales en partes tranquilas, pero para mí es un 10/10 que respeta el legado y aporta algo nuevo con influencias orientales. Si el sonido es clave para ti en el terror, esto es una fiesta.

Opinión personal: Un amor turbio en la niebla, pero un clásico en camino

Como fan de la saga desde que Silent Hill 1 me marcó con su radio estática, Silent Hill f me dejó una muy buena impresión. Su historia profunda, con ecos de culpa y mitología, puede hacerte pensar en tus propios fantasmas, algo que pocos juegos logran. Los puzzles y la exploración me atraparon como un vicio, y el ambiente japonés es un respiro de aire fresco para una franquicia que pedía renovarse. No podíamos seguir estando en Silent Hill para siempre si queríamos avanzar. Yamaoka y el equipo capturan ese “lo desconocido te devora” mejor que en entregas recientes.

Pero no todo es ideal: el inicio lento puede cansar, el combate es irregular (mejor en sigilo que en peleas directas), y las ramificaciones narrativas que te «obligan» a rejugarlo si quieres experimentar la historia completa puede no ser del gusto de todos. Está sólido tras el parche, aunque en consolas base puede perder frames en momentos intensos, y en PC viene «capado» por defecto (puede desbloquearse con un parche, pero exigirá un equipo muy potente, culpa del UE5). Para mí, no supera al 2 o al remake, pero es un gran salto para Konami y un imperdible para fans del terror psicológico. Me recordó por qué amo este género: no por sustos, sino por esa inquietud que se te mete adentro.

Conclusión: ¿Te animas a entrar en la niebla de Ebisugaoka?

Silent Hill f no es solo un juego; es una señal de que la saga sigue viva y afilada. Recomiendo comprarlo ya (en algunos territorios está muy barato, especialmente comprando en la tienda de Microsoft si lo jugarás en PC), sobre todo si buscas terror narrativo con toques modernos. No es para quienes quieren acción sin pausa, pero si valoras la atmósfera y trasfondo, es una joya. Celebramos retornos que respetan el pasado y miran al futuro. Si ya lo jugaste, ¡cuéntame qué te ha parecido!

Póster de Silent Hill f
Silent Hill f: El terror psicológico regresa a Japón con una niebla que atrapa
🥳 Lo mejor
El apartado artístico, y que nos hayamos movido a Japón.
La música de Yamaoka, como era de esperar.
La historia del juego, aunque te veas obligado a rejugarlo para descubrirla por completo.
😕 A mejorar
El combate. Es irregular, y a veces hasta frustrante.
El sistema de "stamina", el personaje se cansa bastante.
Unreal Engine 5. Todavía sigue siendo un problema.
8.5
Excelente
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