Portada de NEVA

[Análisis] NEVA: Una Aventura Emocional de los Creadores de GRIS

Portada de NEVA
Fecha de lanzamiento
15/10/2024
Desarrollador
Nomada Studio
Género
Plataformas, aventuras
Plataformas
PC (Steam), PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox Series X|S
Nuestra puntuación
4

NEVA, la más reciente creación de Nomada Studio, promete un viaje que va más allá de los límites tradicionales del género plataformas. Como jugador veterano, me acerqué a NEVA con una mezcla de curiosidad y escepticismo. ¿Podría este juego realmente ofrecer algo nuevo en comparación con GRIS?

Desde el inicio, NEVA me sumergió en un mundo de contrastes. Por un lado, la familiaridad de los elementos clásicos de plataformas; por otro, una narrativa que se despliega como un delicado origami, revelando capas de profundidad emocional con cada pliegue.

La historia nos pone en los zapatos de Alba, una espadachina cuyo destino se entrelaza con el de una cachorra de lobo tras un evento desgarrador. Este dúo improbable se embarca en una odisea a través de un mundo amenazado por la corrupción, un viaje que no solo es físico sino profundamente emocional.

Lo que inmediatamente llama la atención es la dirección artística del juego. Conrad Roset, el ilustrador detrás de la estética visual, ha desarrollado una estilo fascinante. Cada escenario es un lienzo vivo, donde los colores danzan y las formas fluyen con una gracia casi líquida. Es fácil perderse en la contemplación de estos paisajes, olvidando por momentos que estamos jugando y no en una galería de arte. Entra por los ojos, igual que pasa con GRIS.

Pero NEVA no es solo un espectáculo visual. El juego nos desafía a navegar por estos hermosos escenarios con una mezcla de plataformas precisas y combates que, aunque sencillos, añaden una capa adicional de tensión a la experiencia. La progresión a través de las cuatro estaciones del año no es solo un cambio estético; es un viaje de crecimiento tanto para Alba como para su compañera lupina.

El sistema de combate, aunque no revolucionario, se integra de manera orgánica en la narrativa. A medida que avanzamos, sentimos cómo el vínculo entre Alba y la cachorra se fortalece, reflejándose en la forma en que trabajan juntas para superar obstáculos y derrotar enemigos. Es un recordatorio constante del tema central del juego: el poder del apego y el amor como fuerzas transformadoras. No es como en Bayonetta Origins, pero en cierta forma me lo recordó.

Sin embargo, NEVA no está exento de algunos puntos deslucidos. El combate, aunque funcional, puede sentirse repetitivo después de un tiempo. La variedad de enemigos es limitada, y aunque los jefes finales ofrecen desafíos más interesantes, no llegan a ser memorables. Es en estos momentos cuando el juego parece dudar entre ser una experiencia puramente contemplativa y un desafío más tradicional de plataformas y acción.

La estructura de los niveles también presenta altibajos. Por un lado, la exploración se siente gratificante, con coleccionables en forma de flores luminiscentes que invitan a desviarse del camino principal. Por otro, hay una cierta repetición en el diseño de algunos escenarios que puede resultar predecible para jugadores más experimentados.

Donde NEVA realmente brilla es en su capacidad para evocar emociones. La banda sonora, obra de Berlinist, es una compañera constante que eleva cada momento, desde los más tensos hasta los más contemplativos. Hay secuencias en el juego donde la música, la narrativa y el arte visual se fusionan de una manera tan perfecta que es imposible no sentirse conmovido.

La duración del juego, entre seis y siete horas, puede parecer corta para algunos, pero personalmente la encontré ideal. NEVA no se extiende más allá de lo necesario, manteniendo un ritmo que permite disfrutar de su belleza sin caer en la monotonía. Nuevamente, algo como GRIS, y no esperaba más ni tampoco menos.

Una de las decisiones más interesantes de los desarrolladores fue incluir un modo más narrativo, con combates simplificados. Esta opción abre el juego a un público más amplio, permitiendo que aquellos más interesados en la historia y la experiencia visual puedan disfrutar sin frustraciones.

La narrativa, aunque simple en su premisa, se desarrolla con una sutileza que permite múltiples interpretaciones. El viaje de Alba y su compañera lupina es un espejo de nuestras propias luchas con el apego, la pérdida y el crecimiento personal. Hay momentos en el juego que resuenan con una verdad emocional tan profunda que me encontré pausando el juego para procesar lo que acababa de experimentar.

El diseño de niveles (aunque a veces predecible, como ya comenté) logra momentos de brillantez. Hay secuencias donde la plataforma, el combate y la narrativa se entrelazan de manera tan fluida que te hacen olvidar que estás jugando a un videojuego. Es en estos momentos cuando NEVA trasciende las expectativas del género y se convierte en algo verdaderamente especial.

La progresión de habilidades, tanto de Alba como de su compañera, se siente natural y gratificante. Ver cómo la cachorra pasa de ser una carga a una aliada indispensable es uno de los aspectos más satisfactorios del juego. Esta evolución no solo afecta al gameplay, sino que refuerza el mensaje central sobre el crecimiento y la confianza mutua.

Otra de las críticas que se le puede hacer a NEVA es que, en su búsqueda de la belleza y la emoción, a veces sacrifica la complejidad del gameplay. Quienes busquen un desafío intenso o mecánicas innovadoras podrían sentirse decepcionados. Sin embargo, creo que esta simplicidad es una elección deliberada que permite que la narrativa y la experiencia visual tomen el centro del escenario. Y eso está bien. Un juego como este danza entre la necesidad de ser contemplado y la de ser jugado.

La rejugabilidad de NEVA es limitada, lo cual puede ser un punto negativo para algunos. Una vez completada la historia principal, hay poco que invite a volver más allá de recoger coleccionables perdidos o simplemente disfrutar de nuevo de su belleza visual. Sin embargo, argumentaría que NEVA no necesita ser rejugable para ser valioso. Al igual que una buena película o un libro conmovedor, su impacto perdura mucho después de que los créditos han rodado.

El control de Alba, aunque generalmente fluido, tiene momentos de imprecisión, especialmente durante secuencias de combate más intensas. Esto puede llevar a frustraciones ocasionales, pero rara vez llega a ser un obstáculo significativo para disfrutar del juego.

Una de las fortalezas más sorprendentes de NEVA es cómo logra crear un mundo que se siente vivo y respirando, a pesar de su naturaleza estilizada. Los pequeños detalles en el entorno, el movimiento de la vegetación, la forma en que la luz juega con las sombras, todo contribuye a crear una atmósfera inmersiva que te hace sentir parte de este mundo fantástico.

La decisión de no incluir diálogos hablados y confiar en la narrativa visual y la música para contar la historia es audaz y, en mi opinión, acertada. Permite que cada jugador interprete los eventos a su manera, añadiendo una capa adicional de profundidad a la experiencia.

NEVA también destaca por su accesibilidad. Las opciones para ajustar la dificultad y la inclusión del modo narrativo demuestran un compromiso por parte de los desarrolladores para hacer que su creación sea disfrutada por el mayor número posible de personas, sin comprometer su visión artística.

Esto siempre me parece bienvenido y veo que no es tan común como debería. Más de una vez me he encontrado frustrado con algún juego que, si bien termino pasando igualmente, lo hago de mala gana y sin disfrutarlo, habiendo preferido un modo que me permitiera disfrutar la historia sin mayores complicaciones.

A medida que me acercaba al final de NEVA, me encontré con sentimientos encontrados. Por un lado, no quería que la experiencia terminara; por otro, sentía una satisfacción profunda por el viaje que había emprendido. El clímax del juego, sin entrar en spoilers, logra atar los hilos emocionales y narrativos de una manera que se siente a la vez sorprendente e inevitable.

NEVA no reinventa la rueda en términos de gameplay, pero lo que hace, lo hace con una gracia y una elegancia que es difícil de ignorar. Es un juego que te invita a tomarte tu tiempo, a sumergirte en su mundo y a reflexionar sobre las emociones que evoca.

Para los fans de Nomada Studio que esperaban una secuela directa de GRIS, NEVA podría resultar sorprendente. Aunque comparte algunos elementos estilísticos, es diferente en términos de gameplay y tono. Sin embargo, creo que esta evolución es un testimonio de la valentía creativa del estudio, dispuesto a explorar nuevas direcciones en lugar de descansar en sus laureles.

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NEVA: Una Aventura Emocional de los Creadores de GRIS
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