Desarrollado por el estudio polaco Pixel Perfect Dude, #DRIVE Rally se presenta como un ambicioso intento de recrear la magia de los juegos de rally de los años 90. Actualmente en acceso anticipado en Steam, este título promete una experiencia nostálgica con un toque moderno, pero no logra alcanzar completamente sus objetivos.
Gráficos y Estilo Visual
Una de las fortalezas de #DRIVE Rally es su enfoque visual. En lugar de recurrir a gráficos de baja resolución para emular la estética retro, el juego adopta un estilo moderno con sombreado plano e iluminación avanzada. Los vehículos, aunque no están oficialmente licenciados, son homenajes coloridos a los clásicos del rally. Los entornos, que abarcan desde desiertos áridos hasta bosques densos, están bien diseñados y contribuyen a la atmósfera del juego.
Contenido y Modos de Juego
DRIVE Rally ofrece una cantidad impresionante de contenido. Con cuatro naciones representadas (Alemania, EE.UU., Finlandia y Vietnam) y 192 pistas en su versión de acceso anticipado, el juego no escatima en variedad. El modo Campeonato sirve como columna vertebral de la experiencia, ofreciendo una progresión lineal a través de diferentes ubicaciones y desbloqueando nuevos coches y personalizaciones.
Cabe mencionar igualmente que, a pesar de que el número de pistas es enorme, te podrás dar cuenta cuando comiences a jugar que la gran mayoría de ellas se parecen tanto que da la sensación de que estás jugando en la misma pista una y otra vez con solo algunas ligeras modificaciones.
Problemas de Rendimiento
Desafortunadamente, #DRIVE Rally sufre de problemas de rendimiento significativos. Las caídas de fotogramas son frecuentes, especialmente en escenarios más complejos o durante momentos de acción intensa. Estos problemas técnicos no solo afectan la experiencia visual, sino que también impactan negativamente en la jugabilidad, haciendo que sea difícil mantener el control en situaciones críticas. Es de lo peor que te puede ocurrir en un juego de carreras.
Sistema de Control Cuestionable
Quizás el aspecto más problemático de #DRIVE Rally es su sistema de control. La física de los vehículos se siente poco realista, con coches que parecen flotar sobre la pista como si estuvieran sobre mantequilla. Esta falta de peso y adherencia hace que la conducción precisa sea un desafío constante, no por la dificultad intencional del juego, sino por la falta de respuesta coherente de los controles.
La sensación de «flotar» sobre la pista resta seriedad a las carreras y hace que sea difícil sentir una verdadera conexión con el vehículo. Los derrapes, que deberían ser un elemento crucial en un juego de rally, se sienten artificiales y poco satisfactorios. Esta desconexión entre el jugador y el vehículo es particularmente decepcionante en un género que se basa en la sensación de control y dominio sobre la máquina.
Verás que jugando terminarás muchas veces intentando centrar el coche, yendo de un lado a otro de forma incontrolable, porque además incluso bajando la sensibilidad del joystick al mínimo la misma es demasiado alta y el coche se mueve demasiado con la más ligera inclinación del analógico.
Áreas de Mejora
Además de los problemas mencionados, hay otras áreas que necesitan atención. Las notas del copiloto, un elemento crucial en los juegos de rally, a menudo están mal sincronizadas o son poco claras, lo que dificulta la anticipación de las curvas y obstáculos. La interfaz de usuario también presenta algunos errores y problemas de diseño que pueden resultar confusos para los jugadores.
Ah, y el copiloto alemán, es imposible dejar de pensar que parece que te hablase Arnold Schwarzenegger.
Conclusión
#DRIVE Rally muestra ambición y potencial, pero en su estado actual, está lejos de ser el homenaje definitivo a los clásicos del rally que aspira a ser. Mientras que su estética visual y la cantidad de contenido son encomiables, los problemas fundamentales en el rendimiento y, sobre todo, en el sistema de control, socavan gravemente la experiencia de juego.
Para los fanáticos del género que buscan una experiencia nostálgica, #DRIVE Rally podría ofrecer algunos momentos de diversión, especialmente si los desarrolladores abordan los problemas más críticos en futuras actualizaciones. Sin embargo, en su estado actual, es difícil recomendar el juego a aquellos que buscan una experiencia de rally auténtica y satisfactoria.
El potencial está ahí, pero #DRIVE Rally necesita un trabajo significativo en sus mecánicas fundamentales antes de poder competir seriamente en el concurrido mundo de los juegos de carreras.