
Deadstream (2022) mezcla el found-footage con una dosis de comedia oscura, dirigida y coescrita por Joseph y Vanessa Winter, con Joseph también como protagonista. La película sigue a un YouTuber deshonrado que intenta reconquistar a su audiencia mediante una transmisión en vivo en una casa embrujada, fusionando sátira de influencers con horror genuino. Ambientada en tiempo real como un livestream, explora la obsesión por la fama en la era digital, mientras mantiene un ritmo frenético que mezcla risas con sustos. Como una producción independiente de bajo presupuesto, captura la esencia DIY del género, ofreciendo una experiencia fresca que parodia shows paranormales y la cultura de streaming.
Un Streamer Desesperado por Regresar
La historia se centra en Shawn Ruddy, un YouTuber especializado en desafíos temerarios y pranks, cuya carrera se derrumba tras una controversia pública que lo deja demonetizado y sin seguidores. En un intento por revivir su canal «Wrath of Shawn», decide emprender su proyecto más ambicioso: pasar una noche entera solo en Death Manor, una casa abandonada en Utah con una reputada historia de muertes inexplicables y fenómenos paranormales.
Shawn llega al lugar equipado con cámaras GoPro y un setup de streaming portátil, listo para transmitir en vivo a sus posibles espectadores. La película se presenta enteramente como su livestream, con comentarios del chat apareciendo en pantalla, donaciones y reacciones en tiempo real que añaden interactividad. Antes de entrar, Shawn explica la historia de la casa: construida en el siglo XIX por un excéntrico millonario, ha sido escenario de suicidios, desapariciones y avistamientos de espíritus, incluyendo leyendas sobre una poeta maldita y niños fantasmas.


Una vez dentro, Shawn explora las habitaciones polvorientas, instalando cámaras en puntos estratégicos como el sótano húmedo, el ático crepitante y la sala principal con muebles cubiertos de telarañas. Interactúa constantemente con su audiencia, respondiendo a comentarios escépticos o entusiastas, y realizando desafíos sugeridos por los viewers para mantener el engagement. La primera parte de la noche transcurre con Shawn contando anécdotas de la casa, investigando ruidos sospechosos y bromeando sobre su propio miedo, que usa como gancho para entretener.
A medida que avanza la transmisión, los eventos toman un giro inquietante. Shawn encuentra objetos extraños, como un diario antiguo y dibujos infantiles perturbadores, que insinúan un pasado trágico. La casa comienza a revelar sus secretos: puertas que se cierran solas, luces que parpadean y sombras que se mueven en las esquinas. Shawn, siempre performativo, intenta racionalizar estos sucesos como trucos o coincidencias, pero su pánico crece, mezclado con intentos de mantener el show vivo para no perder viewers.
La Noche en Death Manor se Intensifica
Shawn profundiza en el lore de Death Manor, compartiendo historias recopiladas de foros y testimonios locales sobre espíritus vengativos y maldiciones familiares. Instala algunos gadgets paranormales, invitando a interacciones que escalan la tensión. El chat se divide entre escépticos que lo acusan de fingir y fans que exigen más acción, empujándolo a explorar áreas más peligrosas como el sótano o habitaciones selladas.
La narrativa se expande en esta exploración: Shawn descubre reliquias como una ouija improvisada y fotografías descoloridas que sugieren tragedias pasadas, como ahogamientos y pérdidas infantiles. Sus reacciones, una mezcla de humor autodespreciativo y terror genuino, mantienen el flujo del livestream, con él pidiendo donaciones para «sobrevivir la noche». Los fenómenos se vuelven más agresivos: objetos volando, voces distorsionadas en las grabaciones y presencias que interrumpen la transmisión.


Esta sección central, que ocupa gran parte del metraje, construye el caos gradualmente. Shawn improvisa defensas caseras, como barricadas y rituales improvisados, mientras el chat explota con teorías y memes. La película captura la dinámica digital: trolls enviando mensajes falsos, fans leales ofreciendo consejos y el conteo de viewers subiendo con cada susto. Shawn reflexiona sobre su caída en desgracia, usando el stream para redimirse, pero la casa responde con manifestaciones que lo obligan a confrontar su arrogancia.
La transmisión se convierte en un torbellino de comedia y horror, con Shawn corriendo por pasillos oscuros, escondiéndose y transmitiendo todo en vivo. Los elementos sobrenaturales se entrelazan con su personalidad histriónica, creando momentos donde el miedo se mezcla con risas absurdas, como cuando intenta «exorcizar» un espíritu con objetos improvisados.
Del Found-Footage a la Visión Indie
Joseph Winter transforma la premisa found-footage en una experiencia inmersiva que satiriza la cultura de influencers. La película equilibra brutalidad gráfica con instantes de humor negro, mostrando cómo Shawn enfrenta un sistema que lo deshumaniza por clics. El horror surge de la erosión de su control sobre el show, sin necesidad de elementos complejos.
Curiosidades sobre Deadstream
- La película se filmó en una casa real abandonada en Provo, Utah, que los directores encontraron a través de un anuncio local, añadiendo autenticidad a las escenas.
- Joseph Winter, quien interpreta a Shawn, también compuso la música original y realizó muchos de los efectos prácticos él mismo, incluyendo prótesis y animatrónicos caseros.
- El guion incorpora referencias directas a «The Evil Dead«, como el uso de un libro maldito y escenas de posesión, homenajeando el estilo DIY de Sam Raimi.
- Vanessa Winter, co-directora y co-escritora, basó partes del chat en vivo en comentarios reales de streams de horror en Twitch y YouTube.
- El presupuesto fue extremadamente bajo, alrededor de 15.000 dólares, financiado en parte por una campaña de crowdfunding que atrajo a fans del found-footage.
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