[Muy Top] Cinco series de animación para adultos

Las series de animación (caricaturas o dibujos animados) siempre se han relacionado con un público joven (al menos en occidente) y, debido a ello, es habitual que la mayoría de ellas tengan como público objetivo a niños o adolescentes.

Siempre ha habido series que han gustado a un público adulto (desde Los Picapiedra a Los Simpson), pero poco a poco se iba considerando aumentar un poco el tono y añadir temas más peliagudos acompañados de un humor políticamente incorrecto. A mediados de los 90, desde Beavis y Butt-Head (cuyo público principal eran adolescentes y jóvenes adultos) a Family Guy, pasando por South Park, se estableció claramente que se podía hacer un tipo de serie que tuviese a los adultos en mente, aunque para lograrlo tendrías que pasar por cierta persecución mediática y censura.

Con el paso de los años, se normalizó la situación y a día de hoy es muy habitual que incluso grandes plataformas decidan hacer series de animación para adultos. Ya no sorprende a nadie, e incluso hay tantas que muchas de ellas pueden haber quedado en el olvido.

En este artículo voy a hablar de algunas series de animación que se crearon pensando exclusivamente en un público adulto (lo cual no significa que solo las hayan visto adultos), principalmente por las temáticas tratadas.

Con intención de no hacer ningún spoiler, voy a comentar las series de manera superficial, por si alguien siente curiosidad y decide verlas a raíz de este artículo. Conviene aclarar que todas estas series tocan temas adultos, pero usan el humor como principal manera de atraer al espectador (aunque en algunas el uso es mucho más burdo y directo que en otras).

LA CASA DE LOS DIBUJOS – DRAWN TOGETHER! (2004-2007)

Voy a empezar el artículo con Drawn Together! (La casa de los dibujos en Español), que tuvo un estallido de popularidad hace unas décadas, siendo relativamente común ver trozos de la misma por internet o imágenes de los personajes.

Esta serie toma el concepto de los (por aquel entonces) muy populares Reality Shows como Big Brother, así que encierra en una casa a un grupo de dibujos animados de diferentes estilos y épocas para mostrarnos su convivencia.

El hecho de introducir diferentes tipos de personajes populares y que cada uno tenga su propio estilo de dibujo es parte del atractivo inicial de la serie, ya que los hace contrastar muchísimo. Que sean copias o versiones de personajes ya existentes, hace que el espectador se haga una idea (más o menos) de cómo tendrían que comportarse.

Por si existe alguien que no conozca la serie creo que vale la pena mencionar a los principales protagonistas:

Princesa Clara: La típica princesa Disney, es dulce, bella, delicada, canta con los animales y también es abiertamente clasista y racista (en parte por su estatus). Tiene una especie de pulpo en su vagina, como regalo de su madrastra malvada.

Capitanazo (Captain Hero): Es el Superman de la serie, con fuerza y resistencia sobrenaturales que supuestamente usa para arreglar la situación. Un tipo ejemplar, si no fuese por que es bruto, tonto, racista, machista y tiene episodios de homosexualidad que trata de ocultar de manera torpe usando una identidad civil distinta.

Lulú D Cartón (Toot Braunstein): Nuestra Betty Boop particular. Antaño un mito sexual, con sus voluptuosas curvas y sus bellos y enormes ojos, es hoy un mito caído con serios problemas de autoestima que la llevan a autolesionarse, al alcoholismo y a comer para sentirse bien consigo misma. Lulú busca ser el centro de atención y disfruta sembrando caos en la casa a base de manipular al resto.

Morocha Amorocha (Foxxy Love): Esta joven y guapa detective, que también forma parte de una banda musical. Nos recuerda a ciertas series antiguas como Josie and the Pussycats o Scooby Doo. Sus habilidades musicales o detectivescas son anecdóticas, pues este personaje se basa en humor racial (es la única de raza negra), sus traumas de infancia o el hecho de ser sexualmente promiscua.

Mueble O’Algo (Wooldoor Sockbat): De color amarillo, ojos saltones, actitud alocada y exageradamente infantil e hiperactivo, tenemos a Mueble o algo, que vendría a ser una amalgama de personajes tipo Looney Tunes, Ren y Stimpy o incluso Bob Esponja. Mueble es un niño en un mundo de adultos; en muchas ocasiones se aprovechan de él, en otras no consigue encajar, pero siempre formará parte de la situación por alocada que sea.

Xandir P. Wifflebottom: Es un elfo aventurero, proveniente de un videojuego donde ha de rescatar a la princesa del malvado que la tiene secuestrada, parodiando claramente a Link de The Legend of Zelda.  Xandir es sensible, de aspecto delicado y afeminado, es claramente gay y aunque no parece querer hacer daño a nadie, puede ser insufrible y de alguna manera siempre termina participando en los crueles planes de los demás.

Ling-Ling: Pikachu en su versión La casa de los dibujos. Es una especie de ratón que no habla el idioma (pero tenemos subtítulos para entenderlo) y que está obsesionado con combatir, conseguir la gloria y el respeto. Parece inofensivo, pero es tremendamente poderoso. Ling-Ling es foco de chistes sobre asiáticos y, aunque parezca noble, también demostrará ser un personaje rastrero en más de una ocasión.

Puerquísimo Chancho (Spanky Ham): Este personaje parece parodiar las animaciones hechas con el programa Flash (muy usado entre finales de los 90 e inicios del 2000) y series como South Park, por su humor escatológico, racista y malhablado. Parece ser el único personaje cuerdo de la casa, pero eso no es bueno, pues es avaricioso, manipulador y disfruta viendo a otros en malas situaciones.

También existen algunos personajes recurrentes, como el productor Judío, (máximo responsable del programa) así como constantes cameos y parodias de personajes y series de televisión (Mortal Kombat, Speedy Gonzales, Los Simpson, los Picapiedra, Garfield, South Park..etc).

El humor de esta serie carece de filtro alguno. Cada personaje tiene sus tópicos totalmente estirados para sacar una carcajada, aunque sea usando humor negro y busca la incorrección política sin tener miedo en las posibles reacciones negativas del público. Esta serie no busca moralejas, ni profundizar en los personajes, solo quiere hacer burla de todo, usando elementos que forman parte de la vida del espectador (los personajes de su infancia) y de la sociedad del momento (los Reality Shows).

La mayoría de episodios solo tienen historias divertidas que pueden usar a los personajes en bandos o centrarse en algunos de ellos (dándoles así un poco de profundidad), pero de vez en cuando vemos una crítica enorme a los canales de televisión (todo el concepto de Reality Show en el cual los personajes se ven metidos) o incluso a gigantes como Disney (Mickey Mouse se propone prohibir todos los dibujos animados ofensivos, lo cual lo convierte en un claro antagonista).

La casa de los dibujos duró 3 temporadas y también tuvo una película, su éxito fue explosivo, pero fue apagándose poco a poco, aunque algunos aun la recordamos con cariño.

HOOPS (2020)

Descubrí esta serie de casualidad, pues pese a lo reciente que es, nunca escuché hablar de ella a nadie. Aún así decidí darle una oportunidad.

Hoops trata de la vida de Ben Hopkins, el entrenador de un equipo de instituto de baloncesto, cuyo equipo está formado por chicos inadaptados e impopulares que son malísimos en el deporte, de manera que lo habitual es que pierdan siempre.

La directora del instituto le da al entrenador una última oportunidad y este tiene claro que solo ganará si convence al solitario chico de 2 metros a que se una al equipo, cosa que terminará logrando. Esto no acabará con sus problemas, pues la vida de Ben es un auténtico desastre en términos generales: su mujer lo dejó (y ahora sale con su ayudante), su padre es una celebridad local del baloncesto (haciendo que el trabajo de Ben se vea como un fracaso aún mayor).

Sin embargo, no os permitáis el lujo de sentir pena por Ben, pues es claramente un personaje creado para ser odiado. Sus actos son totalmente injustificables desde el primer episodio, pues nunca deja de ser envidioso, inmoral, violento y ridículo. Además, está tan traumatizado que es incapaz de disfrutar de nada. Hacer humor con este tipo de personaje es difícil, porque cansa rápido, así que para levantar la serie hay que tener buenos personajes secundarios.

Afortunadamente (y aunque no lo parezca al principio), los chicos que conforman el equipo de baloncesto son personajes mucho más interesantes. Pese a que todos ellos tienen algún estereotipo (gordo, pobre, judío, gay, negro, torpe…), forman un grupo aparentemente funcional para todo (excepto para jugar a básquet) y siempre tratan de ayudar, aunque sin dejar de comportarse como adolescentes. He de admitir que me he reído más con ellos que con el entrenador Ben (pese a que él posee muy buenos diálogos y vive situaciones divertidas). Los chicos saben que su entrenador es un completo inútil, pero ellos quieren seguir en el equipo porque solo se tienen los unos a los otros, de manera que les tocará tratar de evitar que entrenador provoque que lo despidan.

El humor de Hoops está centrado en lenguaje sucio, ataques de ira y situaciones que irán empeorando por la falta de escrúpulos del protagonista. En algunos episodios se intenta profundizar en la relación de Ben con su padre o con su ex mujer, tratando de justificar un poco su carácter, pero tampoco sobresalen por encima del resto.

Hoops solo tiene una temporada de 10 episodios y a día de hoy no han anunciado nada más. Dudo que se continúe esta serie y creo que está bien así, pues aunque me he reído con ella, creo que es la serie más olvidable de todas las que comento en este artículo.

KEVIN SPENCER (1999 – 2005)

Descubrí Kevin Spencer a principios de la década del 2000, al ver un canal de televisión local de madrugada, donde daban esta serie después de Monty Python’s Flying Circus.

Mi primera reacción fue la sorpresa, pues la serie carecía casi de animaciones. Eran imágenes fijas con escaso movimiento y toda la historia estaba narrada, siendo el narrador el mismo que le daba voces a los pocos personajes. Parecía un proyecto de una sola persona, hecho con algún programa de animación muy pobre y dibujado con Microsoft Paint. Y sin embargo, no podía dejar de verla, de manera que fue muy satisfactorio ver como mejoraba en todos sus apartados temporada tras temporada.

Esta serie trata de Kevin Spencer, un adolescente de clase baja que vive con sus padres (Percy y Anastasia) en Landville (Canadá). Kevin es introvertido, carece de amigos (excepto por su amigo imaginario, Alan), raramente se relaciona con otra gente (sin que haya problemas por medio), le gusta fumar, beber o colocarse oliendo pintura y disfruta del caos o la destrucción. El propio tema musical de la serie lo define como Sociópata, y seguramente así sea, ya que ha pasado por varios centros de menores, manicomios e incluso la cárcel, aunque teniendo los padres que tiene, era difícil que no fuese problemático.

Su madre, Anastasia, es una mujer de carácter bruto, que solo lo trata de manera cariñosa si puede sacarle algo de provecho (que le dé dinero, haga algo por ella o se vuelva contra su padre), le encanta emborracharse, ver la televisión y dormir. Es infiel con varios amigos de su marido (o con cualquiera que le guste y le dé la oportunidad) lo cual hace que, en conjunto, no sea una gran madre (pese a que es notablemente mejor cuidando de Kevin que su marido).

Su padre Percy, es un hombre que considera que trabajar es de estúpidos, y prefiere vivir de ayudas (incluso cobra el paro con varias identidades falsas). Le gusta emborracharse y pelearse (su sueño frustrado era ser el mejor boxeador de la cárcel). Percy es un personaje bruto, sin tacto alguno, que considera que cuidar a su hijo es cosa de su mujer. Aunque es estúpido en términos académicos (es casi analfabeto), siempre se le ocurren ideas locas con las que cree que puede ganar algo (dinero, alcohol, sexo o un momento de gloria).

Los padres de Kevin fueron muy negligentes cuidando de él (Percy llegó a admitir que cuando era un bebé lo dejaba caer desde sus brazos al suelo varias veces, por no perder una apuesta) y la escuela pública a la que va tampoco le ha ayudado. Kevin es un inadaptado y, aunque en ciertos momentos se puede sentir cierta pena por él, enseguida queda claro que no está indefenso. Él es capaz de cometer atrocidades por cualquier cosa que le moleste por simple que sea (pues parece tener cierta paranoia con que todo el mundo se cree mejor que él).

La mayoría de malas ideas de Kevin se ven animadas por su amigo imaginario, Alan (un ganso antropomórfico) que le suele dar su aprobación o consejo para que retome situaciones que se han salido de control. Alan parece ser una justificación de Kevin para cometer sus actos violentos,  pues en lugar de apoyarle en momentos difíciles, le dice cosas como “no vas a dejar que te hablen así ¿verdad?”. Pese a ser su acompañante, Alan tampoco respeta a Kevin, al cual ni siquiera llama por su nombre, pues prefiere llamarle con apodos despectivos, como “tarado”.

Por loco que parezca, Kevin tiene un lado inofensivo.  Se entretiene con algo y pasa el rato sin molestar a nadie, pero de alguna manera siempre acaba sucediendo lo peor. En muchas ocasiones, es la aparición de otro personaje, generalmente uno de sus padres, lo que provoca que el tranquilo Kevin termine provocando un caos. Percy tiene la habilidad de sacar lo peor del muchacho (involuntariamente o por diversión), llegando al punto que en un episodio ambos padres temen por su vida al ir Kevin tras ellos en busca de venganza.

El caso de Percy es similar al de Homer Simpson o al de Randy (South Park), pues poco a poco fue ganando protagonismo hasta volverse el personaje más popular de la serie. Kevin siempre es el protagonista, pero el hecho de que no hable y difícilmente se relacione con los demás hace que Percy sobresalga notablemente, pues este siempre está dispuesto a pasar un buen rato sin tener en cuenta las consecuencias.

Esta serie es una sátira social, con protagonistas de clase baja, donde nadie está a salvo de ser criticado, desde las instituciones (institutos, ayuntamiento, cárcel, centros mentales) a los propios personajes (que son pobres, pero tampoco quieren mejorar y abusan de las ayudas del sistema) y también es fácil ver como Kevin, el protagonista, solo es un juguete roto de ese tipo de situaciones. Creció en pobreza con una familia disfuncional y el único futuro que parece tener es convertirse en un problema para el resto del mundo.

Pero que no os engañe esa deprimente puesta en escena; Kevin Spencer es una serie muy divertida, que mejora de manera lenta, pero constante. Los personajes principales brillan siempre, los secundarios van haciéndose un hueco (sobre todo Charlie, un amigo de la familia y Shauna, el interés romántico de Kevin), y el episodio final, es de esos que dejan al espectador con cara de tonto por un momento.

Kevin Spencer cuenta con 118 episodios, divididos entre 8 temporadas. Siendo la diferencia entre la primera (que básicamente son dibujos estáticos) y el resto, increíblemente notable. Digo esto porque, si alguien intenta ver la primera temporada, seguramente no vea nada más y se pierda el resto de la serie. En esa situación, quizás lo mejor es saltar directamente a la segunda o tercera temporada, donde ya aparecen más personajes, y se mejora el apartado visual, pese a que se sigue manteniendo el aspecto “low-cost” que tan bien encaja con los Spencer.

UGLY AMERICANS (2010-2012)

Nueva York, al igual que otras grandes ciudades del mundo, tiene una población enorme, formada por personas de diferentes partes del mundo, con distintas culturas y valores sociales. Es por ello que, si una de esas se encuentra en una situación desamparada, necesita el apoyo de alguien que la comprenda, pero también que le haga más fácil encajar en la sociedad en la cual está viviendo.

Esa persona es Mark, un agente social cuya misión es encontrar un trabajo a las personas que van llegando a Nueva York. Ese trabajo ya es complejo de por sí, pero si tenemos en cuenta que en Ugly Americans existen todo tipo de criaturas (robots, alienígenas, monstruos, demonios…) el trabajo de Mark se complica un tanto más (especialmente desde que el jefe de la empresa, un demonio, decide recortar su departamento, pues lo considera un gasto).

Cada capítulo de Ugly Americans usa la misma fórmula: un ser extraño llega a la ciudad y termina en manos de Mark, que tratará de ayudarle en todo lo posible, sin importar si es una masa gelatinosa o dos seres unidos en el mismo cuerpo. Ese trabajo no será fácil, pues su ayudante Leonard (un mago de siglos de edad, que prefiere huir de sus responsabilidades a afrontarlas) da más problemas que soluciones, y su superior Callie (una mujer medio demonio, medio humana solo lo quiere con fines sexuales). Además, la tolerancia de Mark choca con la mano dura de Grimes, jefe de seguridad de la empresa (un antiguo policía abiertamente racista). Por si esto fuera poco, Mark no puede descansar ni en su casa, pues comparte piso con Randall (un chico que se dejó convertir en zombi para impresionar a una chica), el cual tiene un punto de vista mucho más simple y práctico de la vida, lo que lo lleva a proponer planes y soluciones poco éticos para Mark.

La vida de Mark no es fácil, pero él sabe que ayudar a los demás conlleva muchísimo sacrificio, lo cual termina por quemarlo y mostrar partes de su personalidad que prefiere ocultar, para no arruinar su imagen de buen tipo.

Ugly Americans hace humor mezclando algo tan real como la inmigración, el choque de culturas y la vida en una gran ciudad y lo mezcla con elementos paródicos de películas, series y literatura (especialmente relacionados con el terror), como Dr Jekyll and Hyde, The Blob, Rosemary’s Baby o Carrie entre muchísimos otros. Si mencionase todas las referencias de la serie, este artículo sería eterno, pues no solo salen personajes que provienen de ellas, si no que, al acabar el episodio, se muestran escenas de alguna subtrama del episodio, explicando lo que ha sucedido “fuera de cámara” y la gran mayoría de escenas hacen referencia a otra cosa.

Y creo que esas referencias, así como el pintoresco plantel de personajes secundarios hacen que la serie valga la pena de verdad. El propio Mark suele ser el personaje más aburrido de la serie (salvo en un par de episodios donde brilla muchísimo), pero el grupo de personas a las que intenta ayudar (como el Koala Doug o el hombre Croata), van ganando poco a poco importancia y terminan siendo tremendamente satisfactorios en sus breves apariciones. Los otros miembros de su empresa, así como su amigo Randall, también ganarán peso, protagonizando episodios propios, donde a través de Mark conoceremos más de su vida.

Ugly Americans solo tiene 31 episodios repartidos en dos temporadas. Es una pena que esta serie no durase un poco más, porque la disfruté muchísimo gracias a sus personajes locos, su humor de todo tipo y la enorme cantidad a referencias culturales variadas. Además, los episodios son cortos y autoconclusivos, de manera que se pueden disfrutar sin demasiada dificultad.

BOJACK HORSEMAN (2014-2020)

Y como se suele decir, he dejado lo mejor para el final.

Las series anteriores no tienen mucha pretensión en cuanto  a guiones o personajes: hay algunas que solo buscan hacer reír, aunque sea de la manera más incorrecta posible, otras buscan hacer una sátira social, pero ninguna de ellas llega a tener la calidad de escritura y la grandeza de personajes que tiene esta, así que si tenéis que elegir una sola serie para ver, de todas la que he comentado, que sea Bojack Horseman.

Bojack es un actor que alcanzó su fama décadas atrás, con una serie familiar donde cuidaba a tres niños huérfanos (la típica serie familiar de los 80 y 90). Dicha fama le abrió la puerta a un ritmo de vida desenfrenado, donde mujeres, dinero, éxito y drogas eran su día a día. Pero esos años han quedado atrás; ahora Bojack es una vieja gloria que vive en una lujosa mansión, alimentándose de la nostalgia de aquellos días, que considera que fueron los mejores de su vida.

Debido a su conducta egoísta y su mal carácter, Bojack no cuenta con verdaderos amigos, aunque sí tiene personas a su alrededor, como por ejemplo Todd, un joven adolescente cuyo modo de vida alegre y despreocupado lo ha llevado a vivir en el sofá de Bojack, o la Princesa Carolyn, la agente (y expareja) de Bojack, que aun sigue tratando de ayudarle, tanto personal como profesionalmente. Otro personaje importante es Mr PeanutButter, que también es un antiguo actor (alcanzó la fama con una serie casi idéntica a la de Bojack), pero cuyas dotes sociales son tan buenas que siempre consigue trabajo debido a que agrada a todo el mundo, así como Diane, una chica joven con episodios de depresión que quiere ser escritora y termina siendo la encargada de hacer un libro sobre la vida de Bojack Horseman.

Esta serie empieza con un tono humorístico muy marcado, pero al mismo tiempo humaniza a los personajes dándoles defectos y virtudes y poco a poco nos va desgranando el pasado y las inquietudes de los personajes, hasta demostrar porque actúan como actúan.

Bojack es el personaje principal. Toda la serie gira en torno a él, es un personaje tremendamente humano y, en general, diría que es una mala persona en casi todo momento, pero también tiene dentro de sí una culpabilidad (por motivos familiares) y una batalla perdida (por motivos laborales) que lo hacen abandonarse al camino más fácil, con pequeños momentos donde intenta remontar su vida, tomando la poca motivación que tiene y haciendo arrojo de un valor que habitualmente no posee. Tal y como recuerdan en la serie “se vuelve más fácil cada día, pero tienes que hacerlo cada día y esa es la parte difícil».

Bojack es obstinado y cerrado sobre su pasado o sentimientos, pero los espectadores podremos ver poco a poco todo lo que lo llevó a ser quien es, tanto las cosas que estaban fuera de su control, como las que provocó él mismo. La desdicha de Bojack es que, cuando algo le sale bien, se envalentona y es ahí cuando vuelve a aparecer el fracaso. Bojack no se rinde, pero una parte de él ya no puede continuar solo, algo difícil de aceptar para alguien que quiere ser visto por los demás como una gran estrella y que, al mismo tiempo, se molesta si a la gente que le cae mal le van las cosas bien.

Los personajes secundarios son gloriosos. Me encanta cómo, poco a poco, y sin quitar a Bojack del foco, cada uno tiene su propia vida y a veces colisiona con la de Bojack. Al igual que pasa con el protagonista, todos ellos tienen virtudes y defectos, que se van haciendo más notables conforme más los conocemos. Es fácil que uno de estos personajes nos llegue a gustar más que el propio Bojack, pues, tanto en la parte dramática como en la parte cómica, todos tienen sus momentos álgidos. En el resto de series comentadas en este artículo tengo claros personajes favoritos, pero en esta, me cuesta muchísimo elegir uno sin pensar en el resto. El equilibrio de calidad que hay entre los personajes es muy bueno, sobre todo si tenemos en cuenta que hay personajes que son lo contrario que otros.

La serie empieza siendo un retrato de la vida de una vieja gloria de televisión, que solo es noticia cuando pasa algo malo (muy típico en nuestro mundo). Bojack encaja bien esa situación por su facilidad para cometer errores, siendo ese tipo de personaje que, incluso cuando tiene razón, le fallan las formas o comete un error y eso lo desacredita (especialmente en televisión, donde se hace una noticia de una anécdota). Las relaciones familiares, laborales y personales de Bojack con los otros personajes abrirán el campo a otro tipo de tramas, como la ambición, el futuro soñado que jamás llegará, el paso del tiempo, la importancia de la familia o lo difícil que es combatir la depresión y la culpa.

La mayoría de episodios de la serie son autoconclusivos, aunque, conforme la trama se va volviendo más compleja, empiezan a depender más unos de otros (lo cual veo como un beneficio para el espectador). Los creadores de la serie no dejan de sorprendernos con la historia, pero también hacen ejercicios específicos para hacer episodios únicos, como el episodio mudo, donde Bojack se encuentra bajo el agua y no puede hablar, el que está contado por el punto de vista de dos personajes ajenos, el capítulo donde se representa visualmente a la depresión o el increíble episodio donde solo vemos a Bojack dar un discurso en un funeral, que tranquilamente puede ser el mejor de la serie.

Bojack Horseman cuenta con 76 episodios repartidos en 6 temporadas, cada una con un pequeño giro en la vida de Bojack, hasta la parte final. Esta serie es excelente en todos los sentidos. Vale la pena darle una oportunidad. Es para adultos, trata temas de adultos y te trata como un adulto (que ya es mucho de lo que se puede decir sobre las series de televisión en general).

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